martes, 22 octubre, 2024
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Mundos íntimos. Mi mamá quedó embarazada soltera. Mi abuela la llevó a abortar pero ella se resistió. Y aquí estoy yo, ahora.

En casa era normal que volaran cosas. Volaban platos, cubiertos. Volaban ojotas, artefactos. A veces volaban tortazos; puteadas casi siempre. Todo era dramático hasta el grotesco. Sobre todo los mediodías, durante los almuerzos. Mi abuela Elvia y su hija menor, mi mamá Clelia, eran el epicentro neurálgico de un apocalipsis familiar eternamente en ciernes. Cualquier

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