Después de la exhibición que dieron Juan Martín Del Potro y Novak Djokovic y el homenaje a la Generación Dorada a fines del año pasado, el Estadio Mary Terán de Weiss abrirá sus puertas al deporte internacional, esta vez como sede del Buenos Aires Premier Pádel P1, el torneo más importante del continente sudamericano, organizado por la APA (Asociación Pádel Argentino). Del 26 de mayo al 1º de junio el certamen se realizará nuevamente en el país, después de las ediciones en Mendoza en 2022 y 2023 y en Mar del Plata en 2024.
Franco Stupaczuk, quien junto a Juan Lebrón forman la tercera dupla del ranking de la FIP (Federación Internacional de Pádel), dialogó con distintos medios en la previa de lo que será su regreso ante el público argentino: “Sinceramente tengo muchísimas ganas de que llegue el torneo, lamentablemente hay solo una fecha, ojalá con el pasar de los años podamos sumar alguna más. El público es muy protagonista y no es solamente con los argentinos. Si a la gente le gustó alguna jugada específica después se ponen a alentar a full. Es un marco espectacular para el jugador porque entrás muy motivado en cada partido”.
El deportista chaqueño volvió a la competencia en esta semana en el Asunción P2, después de una lesión que lo tuvo alejado de las canchas. “Me dolió mucho no poder jugar, pero más me dolió tener la lesión. Me perdí dos torneos con todo lo que eso implica, no jugar el Major hizo que bajáramos en el ranking. Por suerte mi compañero pudo jugar en Bruselas y sumar puntos que al equipo le viene bien. Estuve trabajando todos los días para recuperarme.
La relación con sus compañeros
Según contó Stupaczuk, las primeras cuatro parejas del ranking tienen habitación individual, lo que ayuda a mejorar la convivencia permanente. “No es necesario ser amigo de tu compañero, si sos amigo vas a saber más debilidades, aunque también más fortalezas. Hay que separar esa situación. Lo das todo como equipo y ya está. Siempre y cuando se tengan claro los objetivos se pueden juntar dos cracks que no sean amigos ni se lleven tan bien, es un trabajo esto. Hoy en día las parejas no duran tanto tampoco”.
Con respecto al vínculo con Juan “El Lobo” Lebrón, el padelista comentó: “Se presentan situaciones en los partidos, momentos muy picantes, toda la gente lo ve. Lo trabajamos cada uno por su lado, él tiene su psicólogo, yo tengo mi psicóloga. Hemos tenido muchas charlas y las seguiremos teniendo. Fuera de la cancha podemos hablarlo todo, pero a veces en un momento de competición salta la chispa. Tenemos a Charly (NdeR: Carlos Pozzoni, el entrenador) que también tiene la mecha corta y los tres juntos, somos una bomba. Afuera somos muy tranquilos, pero a veces adentro se complica”.
Mirar para atrás
“El deporte profesional no te da tiempo a pensar, en momentos donde tenés una lesión es cuando empezás a valorar los torneos o el hecho de jugar una final. Durante la competencia se hace una rutina muy repetitiva: la misma entrada en calor, la misma comida, sos como una especie de máquina, pero tenés que serlo para llegar a tus objetivos. El que te diga que va todos los días contento a entrenar está mintiendo. Todo lo que conseguí es por la pasión, por el amor al pádel”, aseguró “Stupa”.
Al pensar en cómo empezó en este deporte reflexiona sobre los recuerdos que le aparecen en Facebook: “Hace 10 años estaba jugando un torneo con Martin Di Nenno en Córdoba y hoy en día están todos en el nivel internacional. Vengo de una familia a la que nunca le faltó nada y pudieron apoyarme en los torneos de menores. Me acuerdo de que cuando era chico los jugadores de pádel vivían el verano en España y después venían el verano en Argentina porque había pocos torneos. A los 17 años ya vivía en La Plata y cuando gané dos o tres torneos seguidos, me fui a comprar un juego de sillones. El viaje de egresados a Bariloche, con ganar un torneo lo podía pagar y si ganabas más aparecían los patrocinadores”.
No sólo un jugador de pádel
Franco Stupaczuk vive en España y cada tanto se junta a comer asado en Marbella con Rubén Wolkowyski, uno de los integrantes de la Generación Dorada, y también es amigo de Ezequiel Garay, el exdefensor de la Selección Argentina de fútbol. Además de su pasión por el pádel hace un tiempo que se dedica al streaming. “Muestro otra cara de lo que se suele ver en la pista. La gente que me sigue se engancha con esto. Hay momentos que tenés que oxigenarte con otras cosas. La gente sigue al jugador como persona, creo que mostrar esa parte nos viene bien y sobre todo en un mundo donde se basa todo en las redes sociales y nosotros a veces no nos podemos expresar. A veces se malinterpreta lo que escribe algún medio pero después me ves a mí y es diferente. Está bueno tener otra voz”. Hace pocos días publicó en sus redes una mini entrevista distendida con Marta Ortega, sexta del ranking FIP. “Me gusta mucho mirar y escuchar cómo preguntan, veo mucho streaming para aprender”, sentenció el chaqueño.
La importancia del Premier Pádel en Argentina
Santiago Brito es el presidente de la APA y Página/12 se comunicó para entender la magnitud de organizar un torneo de estas características: “A nivel Mundial es de los torneos más importantes y eso nos lleva a un gran compromiso para hacerlo bien. La gente viene desde el primer día y tenemos que estar preparados apenas arranca. Es diferente en otros torneos que la gente recién empieza a ir el jueves o viernes. Es importante que el torneo esté en las condiciones que tiene que estar porque la demanda y la exigencia arrancan desde el comienzo”.
Además, Brito hizo referencia al boom de este deporte tanto en lo amateur como en los profesional: “Es un deporte amigable, la gente arranca a jugar y se fanatiza porque encuentra algo muy divertido para hacer y ahí es donde el pádel tiene su reconocimiento y hace que tanta gente quiera jugar”.
Stupaczuk también habló de los motivos por los que el pádel volvió a explotar: «Para la gente amateur es fácil jugarlo, es fácil quedarse después a tomar una cerveza, una coca. Si vas a jugar al tenis tenés que encontrar del mismo nivel. Se sumaron muchos exfutbolistas, extenistas entonces eso también ayuda. El otro día estaba Cristiano Ronaldo en Arabia viendo un partido y de repente está haciendo un club en Portugal. Recomiendo a la gente que vaya a verlo, porque es muy distinto a que lo que se en la televisión».