La semana de Javier Milei fue furiosa. El Presidente cargó contra Domingo Cavallo, hizo echar a su hija, Sonia, y al titular de Anses, Mariano de los Heros, atacó a las artistas María Becerra y Lali Espósito, e incluso tuvo tiempo para alguno de sus viejos profesores. Es que a través de uno de sus conductores preferidos, Alejandro Fantino, el libertario expresó su bronca contra Roberto Frenkel y José María Fratelli, dos economistas a los que conoce bastante, y también contra Martín Rapetti y Sebastián Katz. “¿Vieron cuando Javier habla de ‘econochantas’? Bueno, está hablando de estos”, dijo en su canal Neura, asegurando que estos dos profesionales del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) estaban empujando una devaluación por provecho personal. “Sus informes son en dólares y con tresinformes mensuales se alquilan un yate en Rimini (Italia) y ponen a cuatro odaliscas a bailar”, completó el conductor.
Las acusaciones desataron un escándalo. Economistas de todas las ramas salieron a apoyar a los atacados, incluso algunos del oficialismo, como Lucas Llach, lo que terminó ocasionando algún cortocircuito puertas para adentro del Gobierno. Pero lo curioso del cruce no es eso. A raíz del incidente este medio se comunicó con Frenkel, que junto a Fratelli habían sido profesores de Milei. Y acá empieza la otra historia.
El mandatario contó en decenas de ocasiones la “maestría” que cursó con ambos. “Como post-keynesiano decidí hacer una maestría en el IDES (Instituto para el Desarrollo Económico y Social), donde lo que hice fue estudiar keynesianismo a fondo. Ahí, a través de sus excelentes profesores,José María Fanelli y Roberto Frenkel estudié distintas variantes del keynesianismo”, cuenta Milei en su libro autobiográfico -que, llamativamente, también tiene plagios- “El camino del libertario”. En 2022, en un reportaje para el diario Perfil, también habló del tema. “Mi primera maestría fue en el IDES, el Instituto para el Desarrollo Económico y Social”, dijo en esa nota. Sin embargo, lo que cursó en el IDES no fue una maestría, sino un posgrado, tal cual confirmó a este medio uno de sus titulares. La diferencia puede parecer sutil, pero la primera cuenta con más carga horaria, exige más certificación académica y tiene, por lo tanto, más status. «Los masters requieren de 60 a 120 créditos ECTS, cursados normalmente en uno o dos años académicos, junto con la presentación de un trabajo de final de master. Un postgrado se distingue por ofrecer un elevado grado de especialización y/o actualización en una disciplina o ámbito más concreto que un máster, normalmente con una clara orientación profesionalizadora. La carga lectiva de estos estudios es menor que la de los másters, generalmente, entre 30 y 60 créditos ECTS», explica en su web la universidad nacional de La Plata.
De hecho, en algunas publicaciones viejas, en las que ponía su currículum, Milei sí aclaraba que lo que había cursado en el IDES había sido un posgrado. Sin embargo, el libertario no sólo usaba esa “falsa” maestría para abultar su currículum, sino que hasta sacaba chapa en algunos cruces. “Te cuento para que estes al tanto, en mi maestría en el IDES debí estudiar keynesianismo duro (no el precario que vos has recitado)”, dijo en octubre de 2019, en una pelea virtual. “Primero hacete una maestría en teoría económica que sea seria”, le dijo a un forista en un cruce tuitero, el 11 de febrero de 2018. “Cachanovsky es flojo, no sabe de matemáticas, en una maestría de nivel no pasaría el examen de ingreso”, subió el 31 de octubre de ese año. “Terminá primero tu maestría”, le dijo al entonces ministro de Economía, Guido Lorenzino, en octubre de 2015. En 2016 un usuario le pidió que le recomendara “una maestría”: “Yo hice una en el IDES, bien keynesiana”, le contestó.
No es la primera polémica en la carrera académica del libertario. Además de los reiterados casos de plagio que este medio destapó, La Nación descubrió que el otro posgrado que decía tener, de la universidad Di Tella, no era tal: jamás había terminado esa especialización, ya que nunca había entregado la tesis, por lo que no se considera que se haya recibido. Ahora suma otra mancha más al tigre.