viernes, 4 octubre, 2024
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Otra prueba de fuego para las diputadas

El diputado libertario José Peluc confesó que estuvo muy atento a la entrevista anterior, con la diputada orreguista Nancy Picón. Ambos pasaron por Banda Ancha apenas consumado el veto a la ley de financiamiento universitario, el día después de la multitudinaria marcha. Los violetas empezaron a anotar una por una las voluntades para acompañar a Javier Milei en el Congreso.

Nuevamente Picón y su compañera de bloque Producción y Trabajo, María de los Ángeles Moreno, quedaron sometidas a una prueba de fuego. Ya les pasó cuando el presidente decidió vetar la ley de movilidad jubilatoria. Las legisladoras que responden a Marcelo Orrego apoyaron al oficialismo y le permitieron la victoria en el recinto, pagando el costo político de una postura tan ingrata.

Este jueves Picón dijo en Canal 13 que tanto ella como el gobierno provincial están a favor de la universidad pública y que hubo numerosos gestos de proximidad entre Orrego y la Nacional de San Juan. Se firmó una seguidilla de convenios de colaboración mutua. El reconocimiento es recíproco. Pero el veto a la ley de financiamiento excede ampliamente esta armoniosa convivencia sanjuanina.

¿Por qué? Porque está Milei de por medio. O, mejor dicho, porque está en juego la relación de la provincia con Nación, en un contexto de extrema precariedad económica y financiera. Desafiar a la Casa Rosada sería poner en riesgo lo poco que se consiguió hasta ahora en materia de partidas. Fundamentalmente, sería sepultar cualquier expectativa a futuro.

Futuro inmediato, por cierto. La diputada Picón admitió que están en plena deliberación para garantizar el financiamiento de obras con recursos del BID. Sin la firma de Nación, esa fuente se caería. Hoy existe el compromiso, pero no tiene el estatus de ley. Por eso la provincia está empujando su incorporación al Presupuesto 2025 por escrito.

Una cosa tiene que ver con la otra. Si las diputadas orreguistas votaran en contra del veto a la ley de financiamiento universitario, eso inmediatamente provocaría ruido en la otra negociación. Es muy delgada la línea y es uno solo el decisor: Orrego.

El gobernador se encuentra en Londres todavía, gestando los vínculos con inversores privados para la gran minería del cobre. Pero con seguridad está monitoreando la cotidianidad argentina. Imposible obviar la reacción de la comunidad universitaria.

Esa es la gran diferencia entre este veto y el anterior, contra la movilidad jubilatoria: la manifestación en las calles. La masividad de los universitarios no solo en Buenos Aires sino también en San Juan, puso a los gobiernos, el nacional y el provincial, en un brete.

Por supuesto que negarles a los jubilados una mínima recomposición, en honor al equilibrio fiscal, fue una decisión amarga. Pero no hubo mayores reclamos. Ni siquiera cuando el móvil de Canal 13 recorrió la larga fila que esperaba para cobrar sus haberes en el Banco San Juan de calle Las Heras. La resignación pudo más que la indignación.

Con las universidades el asunto adquirió otro volumen. Y difícilmente vaya a apagarse con el correr de los días. Por el contrario, hay que esperar una escalada en las calles.

Hábilmente Picón dio respuestas parciales este jueves en Canal 13. Dijo que siempre defenderá la educación pública, pero cuestionó la presencia de dirigentes del kirchnerismo en la marcha. Los tildó de incoherentes, porque hoy Milei tiene que resolver el desequilibrio generado precisamente por ellos. ¿Y el veto? Se analizará. Puntos suspensivos.

Minutos después, en la misma silla y también con las cámaras encendidas, Peluc dijo que había escuchado detenidamente a Picón. El vínculo del sanjuanino con Karina Milei es explícito. También con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. No tardarán en preguntarle a la orreguista cómo jugará. 

Picón y Moreno acompañaron el veto a la ley de movilidad jubilatoria precisamente en honor a ese vínculo forzoso con Nación. Hasta las invitaron al asado de los ’87 héroes’ en la Quinta de Olivos, pero decidieron no asistir. Una cosa es votar y pasar la prueba de fuego. Otra muy distinta es festejar.


JAQUE MATE

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