La aceleración digital está alineada a la transformación, pero se materializa con objetivos tácticos, de corto alcance e impacto a corto plazo.
13/08/2024 – 12:31hs
En un momento en el que aparecen nuevas tecnologías y tendencias, tales como inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático y Blockchain, la competitividad conlleva a que las organizaciones tengan que lidiar con los mismos problemas de siempre, pero con una intensidad meteórica.
Debido a esto, las empresas necesitan bajar costos, disminuir el tiempo de llegada al mercado de sus productos y dar ciclos evolutivos más rápidos y dinámicos, como lo demanda el mercado. En este contexto es donde la aceleración digital se vuelve una aliada estratégica e imprescindible. Pero ¿de qué hablamos cuando nos referimos a este concepto?
Podríamos definirla como una forma rápida de incorporar pequeños aceleradores tecnológicos, en poco tiempo y acompañado de diversas herramientas, que nos permitan automatizar parte de los procesos de las compañías para ganar tiempo y calidad. Esto podría confundirse con lo conocido como «transformación digital», pero no son lo mismo ya que persiguen objetivos diferentes.
La transformación digital es un proceso a largo plazo en donde las empresas vuelcan sus procesos y su cultura organizacional a una nueva forma de trabajo, para obtener los resultados planteados. Por su parte, la aceleración digital está alineada a la transformación, pero se materializa con objetivos tácticos, de corto alcance e impacto retribuible a corto plazo.
Algunos ejemplos son la incorporación de IA para la elaboración de casos de pruebas en un proceso de desarrollo de software, o la incorporación de aprendizaje automático para mejorar la toma de decisiones en base a modelos predictivos de tendencias futuras y comportamientos del mercado. Son pequeños pasos que van automatizando nuestro escenario diario para acortar tiempos de producción, aumentar calidad y mejorar los ingresos.
¿Cómo sabemos cuándo el proceso de aceleración digital está completo? Lo primero que hay que tener en cuenta, es que este es un esquema cíclico y, por ende, nunca termina. Los hitos de avance dependerán de los objetivos que persigue la empresa. Inicialmente se sugiere fijar objetivos claros, concisos y acordes a los empresariales.
Por ejemplo, plantear objetivos y resultados claves medibles y trazar un plan de acción. A medida que se vayan realizando, el índice de cumplimiento del plan organizacional irá demostrando la efectividad de estos aceleradores.
Pablo Mancini
¿Qué perfiles se necesitan para llevar a cabo la aceleración digital?
La composición de perfiles en un equipo varía según cada caso y de acuerdo con las diferentes naturalezas de las aplicaciones tecnológicas a incorporar. Lo importante es saber si, dentro de la organización, se encuentran personas con las habilidades necesarias para abordar estos aspectos o no. A partir de ese análisis, si fuera necesario, se requerirá buscar especialistas en el mercado para abordar estas mejoras.
Es importante recalcar que la aceleración digital no se limita a áreas técnicas, sino que compromete a toda la organización, inclusive a las áreas de servicios: es decir, a las personas, a través de plataformas de capacitación en línea y herramientas de aprendizaje electrónico para el desarrollo profesional de los colaboradores, o aplicando herramientas de análisis de datos para mejorar la gestión del rendimiento y la retención del talento.
En otra línea, la aceleración digital también genera impacto en marketing, ya que se puede implementar el uso de comercio electrónico y plataformas de venta en línea para expandir las ventas. En atención al cliente, sucede lo mismo mediante la implementación de chatbots y sistemas de respuesta automática para brindar atención al cliente las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, no es necesario invertir grandes sumas de dinero para obtener estos aceleradores. Lo que es imprescindible es contar con una serie de objetivos claros y medibles a corto plazo (conocidos como objetivos inteligentes) y focalizarse en buscar, dentro y fuera de la organización, personas con el conocimiento necesario para implementar estas tecnologías. El futuro es digital y está más cerca y accesible de lo que pensamos.
(*) Arquitecto empresarial en Startia de Ingenia.