En marzo la recaudación por IVA habría caído 18% interanual en términos reales como consecuencia de las menores ventas y el freno en la actividad. En las cuentas nacionales esto se compensa en parte por el efecto del impuesto PAIS, pero pega especialmente en las transferencias a las provincias ya que los impuestos coparticipables son los más afectados. El dato oficial de recaudación de la AFIP se conocerá el miércoles.
Un informe del IARAF anticipa que en marzo hubo una caída del 42% real interanual del impuesto a las Ganancias y del 18% -también descontando el efecto de la inflación- en el IVA, el tributo ligado directamente al consumo.
“La recesión es realmente muy intensa. Ya se conoce la recaudación de marzo y el IVA cayó 18/19% en términos reales. Es muy fuerte la merma. En este momento, la Nación no la está sintiendo porque está aprovechando la recaudación del Impuesto País«, sostuvo el economista Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea.
En relación a febrero, la recaudación conjunta de IVA y Ganancias (que representa el 54% de la recaudación nacional total) habría descendido un 11,6% en términos reales.
El compromiso de Javier Milei con el déficit cero se sustenta en el recorte del gasto -licuación y motosierra mediante- pero también requiere que los ingresos tributarios le ganen la pulseada a la recesión. En lo que va del año eso no viene pasando.
El impacto del impuesto PAIS
En febrero, la recaudación cayó 11% en términos reales con relación al mismo mes del año anterior. Pero el derrumbe habría sido aun mayor de no haber sido por el impuesto PAIS.
Este tributo, que arrancó en el comienzo de la gestión de Alberto Fernández para encarecer la compra de dólares y los gastos en esa moneda, se extendió con Sergio Massa como ministro a las importaciones y con la actual gestión se aumentó la alícuotas sobre las compras externas, que pasó de 7,5% a 17,5%.
La alícuota del Impuesto PAIS es del 30% en el caso de la compra de dólares, gastos con tarjeta de débito y crédito en moneda extranjera, y servicios turísticos fuera del país. Así, el impuesto PAIS registró una suba de 1439,6% interanual en febrero, lo que supone un aumento real de 302,3%. Y con esto se vuelve cada vez más relevante en el plan de superávit fiscal.
Hace un año, el impuesto PAIS representaba el 1,7% del total recaudado, mientras que, en agosto de 2023, tras la primera modificación en el tributo, ese porcentaje se elevó a 5,2% para finalmente alcanzar el 7,9% en febrero, detalla la consultora ACM.
La baja de Ganancias y del IVA le pega directamente a las provincias. Es que a diferencia del impuestos PAIS, se trata de dos tributos coparticipable. Según el IARAF, en concepto de coparticipación, en marzo el gobierno Nacional le envió al consolidado de provincias más CABA $ 2.110.000 millones, frente a $ 724.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir, se observó una variación nominal del 191%.
Sin el efecto de la inflación «esto se traduciría en una caída real del orden del 26%».
La consultora LCG espera que «la recaudación vinculada al sector externo siga siendo un sostén de los recursos tributarios en 2024, aunque esto implicará una distribución desigual entre Nación y Provincias. La recaudación del Impuesto PAIS y de derechos de exportación seguirá creciendo muy por encima del resto debido a la corrección cambiaria, la mejor cosecha y una base imponible y alícuota mayor en el caso del impuesto PAIS».
Por el contrario, «el estancamiento de la actividad afectaría directamente la recaudación del resto de los impuestos, sobre todo IVA DGI, en tanto que recaudación de Ganancias quedará determinada por la posibilidad concreta de revertir la reforma introducida por el Gobierno anterior».
De hecho, la reforma de Ganancias es una de las prendas de negociación entre el gobierno nacional y las provincias, que presionan para que e amplíe el universo de los trabajadores alcanzados y así recomponer parte de los ingresos de coparticipación que los gobernadores vienen perdiendo.
Para todo el año LCG estima que la recaudación tributaria se ubicará en torno $ 212 billones, lo que implica una caída del 19% real anual promedio.