La agencia S&P Global Ratings elevó la calificación crediticia de Argentina en un nivel (CCC+) basándose en la mejora de los indicadores económicos y la nueva configuración del Congreso, donde el Gobierno es la primera minoría.
Además, Standard and Poor’s afirmó que es probable que Argentina cierre este año con un crecimiento de 4% del PBI y proyecta una suba de entre 3% y 4% para el período 2026-2028, «dependiendo del éxito del ajuste». También estimó que la inflación de 2025 cerrará cerca de 42% anual.
La nueva calificación está siete niveles por debajo del grado de inversión, según informó la empresa en un comunicado el miércoles.
«La mayor solidez política tras las recientes elecciones de mitad de mandato y la disminución de los desequilibrios económicos, gracias a la reducción de la inflación y al superávit fiscal durante 2025, han mejorado el acceso del Gobierno argentino a la liquidez para atender el servicio de su deuda», argumentó la empresa en su informe.
S&P resaltó que «los acontecimientos recientes indican que el Gobierno está obteniendo un mejor acceso a los mercados de capitales, lo que aumenta la liquidez». La agencia también destacó el swap con Estados Unidos por US$ 20.000 millones.
Por otra parte, Standard and Poor’s señaló que la perspectiva es estable, basándose en que la «mejora de los resultados fiscales» y el «fortalecimiento de la confianza de los inversores en el rumbo de la política económica» se equilibra con los «riesgos que plantean las persistentes vulnerabilidades económicas«.
Los inversores, consideró S&P, han redoblado sus apuestas alcistas sobre la deuda argentina desde las elecciones de mitad de mandato de octubre, confiando en que los buenos resultados del Gobierno en las urnas se traduzcan en un amplio apoyo legislativo a sus reformas favorables al mercado.
“Una posición política más fuerte tras las recientes elecciones de mitad de mandato y la disminución de los desequilibrios económicos, gracias a la menor inflación y al superávit fiscal durante 2025, han mejorado el acceso del gobierno argentino a la liquidez”, escribieron los analistas liderados por Joydeep Mukherji. “Estos avances mejoran la solvencia y podrían reducir la probabilidad de un default convencional”, citó Bloomberg.
En ese sentido, señaló que «es probable que el Gobierno cumpla en gran medida con el servicio de la deuda en moneda extranjera que adeuda a los acreedores comerciales (tanto nacionales como externos) en 2026, principalmente mediante una combinación de compras de dólares en el mercado de divisas y préstamos tanto nacionales como extranjeros«.
S&P también sostuvo que «es probable que el Gobierno obtenga financiamiento en dólares mediante acuerdos de recompra con bancos internacionales para pagar la amortización de su deuda externa comercial con vencimiento en enero de 2026″.
No obstante, la agencia aclaró que sus proyecciones están sujetas a la incertidumbre y que podrían volver a rebajar su calificación en 2026 si se estancan los recientes avances en la estabilización de la economía. En un escenario optimista, podría elevarla «si observamos una mejora de la liquidez externa, una disminución de las vulnerabilidades económicas y una mayor certeza política».
La calificación de S&P para Argentina está ahora a la par con las de Moody’s Ratings y Fitch Ratings.
Los bonos argentinos han obtenido una rentabilidad de casi el 29% desde la elección del 26 de octubre, el mejor rendimiento en un índice de Bloomberg de países similares, según muestran los datos.
La última etapa del repunte se produjo después de que las autoridades anunciaran esta semana el nuevo esquema de bandas para el dólar.
BPO
