La baja temporal de las retenciones a 0 a los granos hasta el 31 de octubre o hasta que se concreten declaraciones juradas de exportación por US$ 7.000 millones generó repercusiones en entidades del campo y gobernadores de provincias productivas, que pidieron que se mantenga de forma permanente, tal como vienen solicitándolo desde hace meses.
A sus reacciones, se suman las proyecciones de economistas sobre el impacto en la evolución del tipo de cambio y las reservas, luego de una ‘semana negra’ que terminó con ventas del Banco Central por US$ 1.100 millones, el dólar oficial llegó el viernes a $ 1.515 y el riesgo país pasó los 1.500 puntos.
El sorpresivo anuncio en la previa del viaje del Gobierno a los Estados Unidos para conseguir apoyo financiero provocó alivio en los mercados este lunes, con una baja de $ 85 del dólar para la venta en Banco Nación, cotizando a $ 1.430; un rebote de hasta 22% en las acciones y los bonos; y una caída del riesgo país de 300 puntos, a 1.121.
El Ejecutivo se enfrenta a la necesidad de defender el esquema cambiario vigente, y para eso depende del ingreso de dólares del agro, principal motor de divisas. En las últimas semanas, el sector ralentizó las ventas al exterior, por la incertidumbre y a la espera de mejores precios.
Pero los analistas consideran que la quita temporal de las retenciones está enfocada, principalmente, a calmar la tensión cambiaria de cara a octubre, y no resuelve la crisis política.
Aire hasta las elecciones de octubre
“Busca contener el dólar hasta las elecciones. Con el ruido político, quienes tenían que vender dólares iban a tratar de retenerlos y, en consecuencia, la presión iba a ser mayor. La medida compensa esa situación y estimula a vender, por lo cual se normalizaría la oferta de divisas”, analizó Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados.
Pero advirtió: “Da tiempo, calma la situación financiera, pero hay una crisis de corte político, por la que el Gobierno no puede garantizar la sostenibilidad del programa económico y el equilibrio fiscal. Luego de octubre, debe liderar un ordenamiento de la política para concluir lo que está haciendo”.
Ricardo Delgado, titular de Analytica, la definió como una “jugada fuerte con un alto costo fiscal” por la pérdida que representa de US$ 1.700 millones, equivalente al 0,3% del PBI.
Y alertó: “Es atractiva para las cerealeras, hay que ver cuánto de ella le llega al productor, al dueño del grano. Un punto central para que funcione es evitar el rulo: el hecho de que los precios que se obtengan por la liquidación no vuelvan a la demanda, al mercado único libre de cambios (MULC). Si eso no ocurre, habrá un aumento de la brecha cambiaria”.
“La baja de retenciones es para llegar con más calma a las elecciones. Hay dudas de si el voto apoyará las reformas necesarias para avanzar en este rumbo. El Congreso demostró que una mayoría no quiere hacerlo, así que se necesita que cambie su composición”, destacó Aldo Abram, director de Libertad y Progreso.
Para Ignacio Morales, chief investments officer de Wise Capital, “la última semana dejó al descubierto la fragilidad del frente cambiario”. “Se da por hecho que el Gobierno deberá recalibrar su estrategia. Entre las opciones que circulan figuran la eliminación de las bandas o una suba en el techo”, adelantó.
Y agregó: “El mercado está atento a novedades desde los Estados Unidos, a un eventual swap que otorgaría oxígeno. La dinámica cambiaria estuvo más condicionada por el clima político que por los datos macro. La derrota del oficialismo en la Provincia y el revés de los vetos golpearon la confianza inversora. La consecuencia fue un aumento en la probabilidad de default implícita, en torno al 80% a cinco años”.
La próxima campaña
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la próxima campaña apunta a una cosecha récord por las lluvias, que podría alcanzar 146,4 millones de toneladas, un incremento de 6% respecto a la anterior.
Si se cumplen las proyecciones, el volumen exportable de los principales complejos –soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y cebada– superaría las 105 millones de toneladas en 2025/26. Esto implicaría 3,5 millones de toneladas más que las ventas externas proyectadas para la campaña actual.
Sin embargo, el mayor flujo, anticipó, no se traduciría en un salto equivalente en divisas. Las exportaciones se ubicarían en torno a US$ 34.800 millones, en línea con la liquidación esperada para 2024/25. En el desglose por cultivos, la soja se mantiene al frente con un aporte estimado de más de US$ 18.600 millones entre granos y subproductos.
SN