Muy lejos del rally que los llevó a crecer entre 2023 y 2024, los papeles de los bancos argentinos son de los más castigados en lo que va del año. En Wall Street, donde operan tres de las cuatro entidades privadas de mayor tamaño del país, acumulan pérdidas por hasta 48% medidas en dólares. La última temporada de balances no trajo datos prometedores: márgenes cada vez más ajustados erosionan la rentabilidad de los bancos locales.
En la City creen que la pelea con el Gobierno y los efectos del apretón monetario no mejorarán la situación de las entidades hasta finales de este año. «La temporada de resultados de los bancos argentinos confirmó la debilidad en los fundamentos y sorprendió negativamente al mercado», explicaron en Delphos. «Tres de los cuatro bancos líderes registraron caídas tras la publicación de balances, reflejando lo costosa que está resultando la transición hacia la “nueva normalidad” en la que las entidades vuelven a desempeñar su rol de intermediarios financieros«, sumaron.
Banco por banco, cómo les fue de marzo a junio
Luego de la compra de la filial argentina del británico HSBC, Galicia se convirtió en el banco privado más grande del país. Los números del segundo trimestre no lo acompañaron: si bien la entidad reportó un aumento trimestral del 12% en sus ganancias netas, en la comparación interanual estas fueron un 70% menores que lo que se había visto un año atrás. Al mismo tiempo, recortó sus predicciones de rentabilidad sobre su patrimonio neto (ROE) para este año, del 13% al 11% anual.
«La administración de Grupo Financiero Galicia revisó a la baja su guía 2025, recortando su objetivo de ROE a 9–11% (desde 12–13% previamente), el crecimiento de préstamos al rango alto del 30%–40% (desde 50%), y el crecimiento de depósitos proyectado en 30–35% (ligeramente por debajo del 35% anterior), comentó Matías Cattaruzzi, de Adcap.
En tanto, el BBVA reportó una caída del 31% en sus ganancias netas si se las mide en forma trimestral y del 62% si se hace la comparación interanual. Cattaruzzi también apuntó que las «utilidades se normalizaron tras las ganancias extraordinarias de carácter único que habían impulsado los resultados del primer trimestre».
Por su parte, el Banco Supervielle, que cotiza en Wall Street desde 2018, reportó una caída interanual de casi el 17% en sus ingresos y un recorte de casi 43% en sus utilidades netas.
La única entidad que consiguió un «aprobado» frente a sus inversores fue el Banco Macro. En Delphos detallaron: «El balance de Banco Macro fue positivo, con mejoras en la mayoría de las líneas del estado de resultados. El crecimiento de ingresos por intereses, comisiones y ganancias por instrumentos financieros, junto con un menor ritmo en los gastos administrativos y menores pérdidas por exposición a la inflación, permitió que la ganancia neta se triplicara respecto del primer trimestre y contrastara con el rojo del de un año atrás».
¿Oportunidad de compra?
A la par de los resultados, los precios en Wall Street de estas entidades vienen muy castigados. La que peor lo lleva es el Banco Supervielle, donde la acción cotiza un 48% más abajo que a principios de año. El rojo se extiende al resto de los bancos que operan en Nueva York: el Macro pierde 40%, el Galicia 37% y el BBVA 35,7%.
El recorte de los precios podría ser un punto de entrada, aunque los analistas advierten que el sector seguirá tensionado en el último trimestre, sobre todo a partir del reciente endurecimiento de la política de encajes del Banco Central.
El factor político resulta clave para que se compongan las valuaciones de los bancos. «Si bien las valuaciones ya descuentan el mal momento del sector, en el corto plazo difícilmente surjan drivers positivos desde los fundamentos, aunque el alto beta de los bancos les otorga atractivo como apuesta al trade electoral», señalaron en Delphos.
«La incertidumbre política sigue siendo la variable definitoria para el sector bancario argentino. Con las elecciones legislativas acercándose y el endurecimiento monetario drenando liquidez mediante mayores encajes, es probable que la volatilidad pese sobre las valuaciones en el corto plazo. No obstante, seguimos viendo a los bancos como la jugada de mayor beta en Argentina: si el resultado electoral reduce la volatilidad macro y restaura la confianza, el sector podría liderar un poderoso rally de revalorización«, sumó Cattaruzi