Los agravios contra el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, se acumulan en su ciudad, Santa Fe, desde que el máximo tribunal de Justicia decidió dejar firme el fallo que condena a Cristina Kirchner a seis años de prisión, en la Causa Vialidad. Y a las amenazas grafiteadas y las panfleteadas por distintos medios de comunicación, se sumó el reclamo del Partido Justicialista provincial.
En primera instancia, el PJ hizo un comunicado indicando que Rossatti, con su decisión «traiciona no sólo los principios del justicialismo sino también a la ciudadanía que alguna vez dijo representar”. Es que el magistrado fue intendente de Santa Fe entre el ’95 y el ’99 bajo el paraguas del peronismo y luego, en el 2004, ministro de Justicia de Néstor Kirchner.
Pero el reclamo del partido no se limitó al comunicado. Este domingo, en la sede provincial, colgaron una bandera que insistía con la consigna: «Rosatti traidor» se lee en la foto que publicó el periodista de Diario Uno, Aquiles Noseda.
La queja del PJ generó comentarios variados en la política local. Mientras la condena a la ex presidenta se metió en la Legislatura, en varios discursos, en Casa Gris, el pullarismo se mostraba sorprendido por el comunicado. «Juzgar desde la disciplina partidaria cómo imparte justicia un magistrado es un enorme absurdo», decía un funcionario cercano al gobernador. Y completaba: «Una evidencia de la confusión entre Partido, Estado y Justicia».
Pintadas contra Rosatti
El día posterior a que se conociera la resolución de la causa Vialidad, aparecieron en distintas calles de Santa Fe pintadas que sonaban a amenaza contra el presidente de la Corte: «Ojo Rosatti», dicen. Eso motivó a una rápida investigación y a la detención de Roberto «Cachorro» Acosta, un puntero peronista de 60 años. En los allanamientos, la Policía Federal encontró elementos vinculados al PJ y material que lo comprometería en los delitos de intimidación pública e incitación a la violencia colectiva.
De todas maneras Acosta fue liberado días después. «Me arrepiento de las pintadas, porque no tengo nada contra Rosatti», dijo el puntero, haciéndose cargo de los grafitis en una entrevista con Radio Eme. Y completó: «Volvimos a la dictadura. Entraron pateando mi puerta y con armas largas aunque fueron amables. Me detuvieron por el 10 bis. Lo que encontraron fueron pancartas de Cristina y una bufanda peronista».
Apoyo institucional
Para el presidente de la Corte no fueron todas pálidas. Además del apoyo político, el juez recibió comunicados de distintas asociaciones de magistrados, locales e internacionales.
Los integrantes de la Junta de Presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales comunicaron el «más enérgico repudio y extrema preocupación frente a las amenazas proferidas contra el Sr. Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Horacio Rosatti, formuladas en un contexto de extrema violencia institucional, que atenta contra la normal vida democrática, la independencia del Poder Judicial de la Nación y la integridad de nuestro sistema republicano de gobierno».
Dice el texto, que llegó a las oficinas de la Corte al mediodía de este viernes: «Convencidos de que no es posible a través de la violencia y la intolerancia alcanzar la unidad nacional y el progreso de todos los argentinos, instamos a promover la cultura de la paz, salvaguardando los valores de la democracia, la división de poderes y la libertad».
La Federación Latinoamericana de Magistrados indicó: «Expresamos una profunda preocupación por las manifestaciones públicas de diferentes sectores que pretenden condicionar el ejercicio independiente de la función judicial», dice el comunicado. Y agrega: «El Poder Judicial debe evolucionar hacia la consecución o consolidación de su independencia, no como privilegio de los jueces, sino como derecho de los ciudadanos».