El presidente de la UCR de Córdoba, Marcos Ferrer, sorprendió a sus correligionarios en la cumbre junto a referentes de todos los núcleos al fijar fecha para los comicios en medio de la tensión puertas adentro en Casa Radical y con la interna judicializada por el alineamiento opositor referenciado en Ramón Mestre y sus aliados alfonsinistas.
La resolución del juez federal con competencia electoral, Miguel Hugo Vaca Narvaja, que llegó el viernes pasado, representó un ultimátum al partido a la espera de la reunión extraordinaria de ayer de la cúpula partidaria con los 11 presidentes de los núcleos internos permanentes de la UCR con tonada.
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Ferrer sorprendió a más de uno de los dirigentes boina blanca cuando en el arranque mismo de la reunión comunicó la fecha del 3 de agosto de convocatorias a elecciones internas para elegir candidatos a diputados nacionales de la UCR de Córdoba, de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre.
El espacio opositor de Más Radicalismo, encabezado por Mestre, venía reclamando -ya en la instancia judicial- que el partido llamara a comicios internos como lo establece la Carta Orgánica Partidaria. Más aún, en este 2025, que no hay PASO.
El “factor Milei” sigue tensionando puertas adentro, aunque la chance de una alianza de la UCR con la Libertad Avanza de los Milei aparece con poco futuro ante un poder libertario que demanda nombres “puros” en sus listas. La victoria en la Ciudad de Buenos Aires les infló el pecho a los de más arriba, pero también a la dirigencia violenta del interior del país.
El fuego cruzado que se esperaba en el cónclave en Casa Radical no pudo ser. Fue desactivado por el propio Ferrer. El titular del radicalismo cordobés y socio político de Rodrigo de Loredo puso la fecha para las elecciones internas y se cerró la disputa.
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Tras la decisión adoptada, Ferrer expresó que “pese a todos los esfuerzos que hicimos para encontrar consensos y arribar a un acuerdo, esto no fue posible y no pierdo la esperanza de que, con la fecha puesta, se puedan abrir los canales de diálogo necesarios para arribar a un acuerdo”.
En virtud de ello, la UCR fijó fecha para internas para el 3 de agosto y solicitó a la Junta Electoral que elabore un cronograma electoral, de manera que se respeten los derechos de los y las afiliados de la Unión Cívica Radical, para garantizar una elección interna transparente y ajustada a derecho.
En el deloredismo vienen insistiendo en que hay una voluntad mayoritaria en el partido que se expresa en contra de una compulsa interna para definir las candidaturas a diputados. El grueso de la dirigencia del interior, léase intendentes y presidentes departamentales, “no quiere saber nada de la interna” y advierte que hasta puede llegar a ser “un papelón” por la apatía.
De las palabras de Ferrer se desprende la consigna de seguir buscando arribar a un acuerdo con la oposición, representada por Mestre (Confluencia), Carlos Becerra y Martín Lucas (Identidad Radical) y Fernando Montoya (Córdoba Abierta), que desactive los comicios internos del 3 de agosto.
La fecha comunicada por el titular del partido cobra gran relevancia ante los tiempos del cronograma electoral nacional. Será cuatro días antes de que venza el plazo fatal para la presentación de alianzas. Diez días después de esta última fecha se deben registrar las listas de candidatos que competirán en las elecciones generales del 26 de octubre.
Con la incógnita develada, las miradas de los boina blanca apuntan ahora al Congreso Provincial de la UCR, el máximo órgano partidario que deberá ratificar la medida dispuesta por el presidente del Comité Central. A su vez, este estamento decide sobre las políticas de alianzas electorales. El núcleo de poder de De Loredo se aseguró, en este y en los otros órganos internos, tener la mayoría. Un dato clave para entender lo que viene.
El jefe de la bancada de diputados nacionales de la UCR, quien debe renovar su banca en los comicios de fin de octubre, busca encabezar una lista. Sin embargo, no tiene definido con que escudería competirá. Las chances de un gran frente con los Milei cada vez están más lejos, pero hasta el 7 de agosto puede pasar de todo. La otra posibilidad es reeditar un Juntos por el Cambio blue. Por su parte, los “radicales sin peluca” rechazan de plano confluir con los libertarios de Milei.