Simón Bodnar, delantero de la Reserva de Independiente, protagonizó una historia insólita que combina fútbol, videojuegos y raíces familiares. El juvenil de 16 años fue convocado para entrenarse con la selección Sub 17 de Hungría luego de que un fanático de aquel país lo descubriera jugando Football Manager, el popular videojuego que es furor entre los más jóvenes.
La curiosidad la contó el propio futbolista al programa partidario Campanas del Infierno: “Me encontraron a través de un jueguito que ni siquiera yo sabía que estaba. Un húngaro lo estaba usando, vio mi apellido y le llamó la atención”. Luego de contactarlo por Instagram, ese fanático derivó sus datos al videoanalista de la selección juvenil de Hungría, que inició el seguimiento.
Nacido en la Ciudad de Buenos Aires el 22 de agosto de 2007, Bodnar se formó en Independiente desde los 7 años y firmó hace pocas semanas su primer contrato profesional con el club, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2027. El vínculo se cerró justo antes de su viaje a Budapest, donde entrenó durante una semana con el combinado Sub 17 húngaro mientras avanza en el trámite de la doble ciudadanía por su abuelo.
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El delantero, que mide 1,85 metros y puede jugar por todo el frente de ataque, ya tuvo algunos entrenamientos con la Primera del Rojo y no oculta sus ilusiones: “Estas cosas me están pasando y las disfruto, aunque mi deseo sigue firme: debutar en la Primera”. Sobre su experiencia en Hungría, contó: “Allá juegan muy asociado, muy rápido, y el juego es más técnico que físico. Me atrajo ese estilo. El técnico hablaba español, eso me ayudó mucho, porque con el inglés me defendí como pude”.
Bodnar nació en una familia de guardavidas y dio sus primeros pasos en el Club Cultural de Tapiales. Según relató en una entrevista anterior con Infierno Rojo, fue su mamá quien grababa y subía videos de sus partidos, lo que despertó el interés de varios clubes. “Yo soy de Independiente por mi papá, así que decidí venir acá. Desde que nací soy del Rojo”, contó con orgullo.
El juvenil, que ya fue invitado a regresar en el verano europeo para disputar amistosos con la Sub 17 de Hungría, todavía no quedó atado a esa federación. Según el reglamento vigente de la FIFA, un jugador no queda “bloqueado” para una selección hasta que disputa tres partidos oficiales de mayores. El caso más conocido es el de Alejandro Garnacho, quien optó por Argentina pese a haber nacido en España y quedó vinculado tras jugar tres encuentros con la Selección mayor.
Mientras tanto, Bodnar disfruta de su presente en Independiente, ilusionado con seguir creciendo y sumar minutos con los más grandes. Y como pocas veces, puede decir con razón que su historia en el fútbol también empezó gracias a un “jueguito”.
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