En diálogo con Canal E, el economista Juan Sánchez evaluó las nuevas proyecciones del FMI, destacando que el crecimiento previsto para Argentina en 2025 es más un rebote que una tendencia consolidada.
Según el entrevistado, “el crecimiento argentino es una especie de rebote”, al analizar la actualización de las proyecciones económicas del FMI. Mientras para Argentina el Fondo estima un crecimiento del 5%, Brasil desciende al 2% y Uruguay ronda el 2,8%.
Para Sánchez, la mejora argentina es “una señal positiva” tras años de recesión, aunque aclara: “Eso no quiere decir que Argentina la tiene fácil, ni mucho menos”.
Competitividad y tipo de cambio: luces y sombras
Uno de los factores que explica esta mejora, según Sánchez, es la competitividad ganada recientemente. “Argentina ganó competitividad en este último tiempo”, indicó, aunque advirtió que «se volvió caro y sigue siéndolo, porque no despuntan todavía las tendencias«.
En comparación con Uruguay y Brasil, la situación es cambiante: “Con Argentina habíamos ganado competitividad, pero ahora eso cambió. Con Brasil seguimos perdiendo”.
El cepo cambiario: avances con limitaciones
Sánchez también se refirió al cepo cambiario argentino, destacando algunos avances, pero con reservas: “Está mucho más liberado, pero no está eliminado. Hay muchas restricciones según el sector, el monto y la institución”.
A pesar de estas rigideces, consideró que los cambios recientes son un paso positivo: “Es una gran novedad que hayan podido dar ese paso”, aunque “dependerá de si el cepo realmente se abre mucho más”.
Exportaciones y el rol de China
Consultado sobre un posible freno a las importaciones argentinas por parte de China, Sánchez fue claro: “Uruguay es complementario con Argentina, pero poco. Si hay impacto negativo en el comercio con China, Uruguay también lo va a sentir”.
Destacó además que Uruguay logró diversificar su matriz exportadora: “China llegó a ser más importante que Brasil y que Argentina juntos”, lo que representa un giro estratégico para el país.
Estabilidad política: el gran desafío argentino
Más allá de los números, Sánchez apuntó a un factor decisivo para el futuro económico argentino: la estabilidad política. “Argentina es un hervidero a nivel político”, dijo, y recordó que esta falta de previsibilidad ya afectó intentos anteriores de apertura económica.
Comparando con el gobierno de Mauricio Macri, expresó: “Mi ley está haciendo algo parecido, un poco más desprolijamente. Pero igual a Macri tampoco le llegaron las inversiones porque dependía de la estabilidad”.
La inflación y el tipo de cambio, en tensión
Sobre el dilema del tipo de cambio bajo y la inflación alta, Sánchez fue categórico: “Da la sensación de que siguen insistiendo en que es una gran idea tener un tipo de cambio planchado, y no lo entiendo”. Según él, un tipo de cambio más alto podría generar mayor competitividad, aunque reconoce el riesgo inflacionario: “Eso sí entiendo tu preocupación”.