El Gobierno ha enfrentado un nuevo revés en el Congreso al no lograr reunir los votos necesarios para avanzar con la sesión destinada a tratar el proyecto de ley conocido como «Ficha Limpia«. Esta iniciativa, que busca prohibir las candidaturas de personas condenadas por delitos de corrupción en segunda instancia, quedó suspendida tras horas de negociaciones infructuosas y en medio de un clima político marcado por tensiones y acusaciones cruzadas.
La sesión por “ficha limpia”, convocada inicialmente para el miércoles 9 de abril, fue impulsada por el bloque de La Libertad Avanza como una respuesta a los recientes fracasos del oficialismo en el Senado, incluyendo el rechazo de los pliegos de los jueces de la Corte Suprema.
Sin embargo, la falta de consenso y el cálculo político llevaron a que el oficialismo optara por suspender la sesión, evitando así una derrota que podría haber tenido consecuencias significativas para el proyecto y para la imagen del Gobierno.
El proyecto de Ficha Limpia requiere una mayoría especial de 37 votos en el Senado para su aprobación, dado su carácter electoral. Sin embargo, el oficialismo, que cuenta con 34 senadores propios, no logró asegurar el apoyo necesario de otros bloques.
La oposición, por su parte, se mostró dividida, con sectores que cuestionaron la viabilidad del proyecto y otros que señalaron la falta de preparación del oficialismo para garantizar el quórum y los votos. La decisión de suspender la sesión fue tomada tras intensas negociaciones que se extendieron hasta altas horas de la noche.
Según fuentes legislativas, el temor a no alcanzar el quórum y a que el proyecto fuera rechazado llevó al oficialismo a optar por el aplazamiento. Esta medida, aunque evita una derrota inmediata, deja en evidencia las dificultades del Gobierno para articular una estrategia legislativa efectiva y para construir consensos en un Congreso altamente fragmentado.
Implicaciones
El proyecto de Ficha Limpia ha generado un intenso debate político y social en Argentina. Sus defensores argumentan que la iniciativa es un paso necesario para combatir la corrupción y fortalecer la transparencia en el sistema político. Sin embargo, sus detractores cuestionan aspectos técnicos y legales del proyecto, señalando que podría vulnerar principios constitucionales como la presunción de inocencia y el derecho a ser elegido.
En este contexto, la suspensión de la sesión no solo representa un revés para el oficialismo, sino también un obstáculo para el avance de una iniciativa que ha sido objeto de múltiples intentos fallidos en el Congreso. La falta de consenso y las tensiones internas entre los bloques políticos reflejan un panorama legislativo complejo, donde las prioridades partidarias y los cálculos electorales a menudo prevalecen sobre el debate de fondo.
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