El escenario político en Argentina atraviesa un momento de alta tensión e internas dentro del oficialismo, con marcos de violencia tanto dentro como fuera del Congreso. Según comentó para Canal E el analista político, Hernán Madera, «el gobierno de Javier Milei celebra los conflictos como los de la última marcha, porque refuerzan su narrativa de confrontación».
Hernán Madera sostuvo que, «el 30% del electorado que votó a Milei en las PASO y en la general lo seguirá apoyando«, pero advirtió que el 20% adicional que le permitió llegar al poder es más volátil. El desafío del Gobierno es mantener cohesionada su base, algo que se volvió más difícil tras la división interna en el Congreso.
«Cuatro diputados oficialistas desobedecieron la orden de retirarse y casi permitieron que la oposición lograra quórum», explicó Madera. Este desorden interno no solo debilita la autoridad del Gobierno sobre su propia bancada, sino que genera incertidumbre en los sectores políticos que negocian con el oficialismo.
El DNU como principal estrategia del Gobierno
Con un Congreso cada vez más inactivo, el Gobierno optó por gestionar a través de decretos de necesidad y urgencia. «El Gobierno prefiere saltar al Congreso y aprovechar la legislación vigente que le permite gobernar por decreto», señaló el entrevistado. Esta estrategia, sin embargo, profundiza la falta de acuerdos políticos y la atomización de la oposición.
Según Madera, «en Argentina hay negociaciones, pero no oposición«. Luego, explicó que, salvo el Frente de Izquierda y el Partido Socialista, el resto de los bloques negociaron con Javier Milei en distintos momentos. «El kirchnerismo busca acuerdos en la justicia, los gobernadores canjean apoyos por fondos y la UCR y el PRO acompañan la mayoría de las votaciones», detalló.
Internas en La Libertad Avanza
El caso $Libra, que involucra directamente a los hermanos Milei, aumentó la tensión dentro del oficialismo. «Desde el Gobierno, la orden es ir con todo, lo que ha generado un clima de creciente violencia interna«, advirtió el analista político. Prueba de ello fueron los episodios en el Congreso, donde «se tiraron vasos de agua y hubo agresiones entre diputados del mismo espacio«.
Esta escalada de conflictos internos se debe a la falta de liderazgo unificado dentro del Gobierno. «Karina Milei ha tomado el control del armado político, pero no hay contención en la estructura oficialista«, explicó Madera. Esto llevó a que «todo se maneje a los empujones y con maltratos, lo que inevitablemente genera más fragmentación«.