Semejante evento movilizó toda la atención de la sociedad, que direccionó su mirada en ese exclusivo barrio porteño y más precisamente a la casa de Marcela Tinayre. La noche del sábado se destacó por el festejo de Mirtha Legrand de sus noventa y ocho años de vida.
La diva celebró esta magnánima fecha del aniversario de su nacimiento con una reunión exclusiva, para la que dispuso de las comodidades del hogar de su hija, en el coquetísimo Barrio Parque. Evidentemente, decenas de móviles de televisión montaron guardia en la puerta de esa propiedad.
De ese modo se experimentó un momento de tensión, una situación incómoda que crispó los ánimos de Marcela. Todo eso se vio en el aire de Todo Noticias, lo que permitió dimensionar el embrollo de cables, micrófonos y conexiones alrededor de las inmediaciones de esa mansión.
En un momento, el cronista de esa señal de cable se le acercó a Tinayre para dilucidar el motivo del retraso de la bajada de Mirtha del auto para ingresar a la casa y le preguntó: “Estamos en vivo Marcela, ¿podemos charlar un poquito?”. Así corroboró la respuesta tajante: “Me dice que no”.
EL ENOJO DE MARCELTA TINAYRE EN EL CUMPLEAÑOS DE MIRTHA LEGRAND
En todo ese interín se suscitó un inconveniente técnico con el portón de acceso, por lo cual otro de los periodistas apostados en el lugar se le acercó de nuevo a la hija de la diva y con buena intencionalidad le consultó para comprender el cuadro de situación: “¿Qué pasó Marcela?”
Así se la percibió a la famosa envuelta en la preocupación y el estrés de tratar de resolver el problema. Empero, Marcela cayó en las garras de los nervios y le espetó con mucha vehemencia al camarógrafo: “¡No me filmes!”.