domingo, 26 enero, 2025
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Crónica de una muerte anunciada: cronología del asesinato de José Luis Cabezas

Es 25 de enero de 1997. En General Madariaga, provincia de Buenos Aires, aparece el cuerpo de un hombre dentro de un auto incendiado. Está esposado, presenta dos tiros en la cabeza y, cuando se sabe quien es, todo cambia. Se trataba de José Luis Cabezas, el reportero gráfico de la revista Noticias, quien, un año antes, había logrado fotografiar a un empresario del que se hablaba mucho, pero que casi nadie había visto: Alfredo Yabrán. Aquella foto terminó siendo la sentencia de muerte de Cabezas. Un asesinato que destapó un entramado de poder que dejó en evidencia hasta dónde llegaba la impunidad en Argentina.

Para entrar en contexto, hay que remontarse a agosto de 1995, cuando se debatía en la Cámara de Diputados de Argentina, la privatización del Correo Argentino. Allí, el entonces ministro de Economía de Carlos Menem, Domingo Cavallo, hizo graves denuncias sobre diferentes empresarios vinculados a lo que llamó «mafias del poder».

Cavallo nombró a Alfredo Yabran como el “jefe de una organización mafiosa con protección política y judicial”, y mencionó los nombres de supuestos testaferros, políticos y periodistas, vinculados, hasta ese momento, al enigmático y desconocido empresario, que estaba siendo acusado de lavado de dinero, tráfico de drogas y de armas.

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José Luis Cabezas presente: dónde están hoy sus asesinos

Delitos que tienen su génesis cuando empezó sus negocios. En 1975, Yabrán era uno de los principales accionistas de la empresa postal Ocasa, cinco años después era el dueño de toda la empresa. Todo esto pasó en plena Dictadura Militar,

El resto de detalles forman parte de un entramado de dinero, poder y ambición: cuanto más tenés, más fácil es seguir teniendo. Mientras tanto, todo el periodismo argentino, en ese entonces, deseaba ponerle cuerpo y rostro a Alfredo Yabrán.

Enero de 1996: la llegada a Pinamar

José Luis Cabezas y Gabriel Michi, enviados por la revista Noticias, llegaron a Pinamar para cubrir la temporada de verano. La ciudad costera era el destino por excelencia de las estrellas y empresarios para vacacionar en aquel entonces. Solo cabe mencionar que, en ese momento, la ciudad rivalizaba con Punta del Este (Uruguay) como epicentro de la presencia del poder político y económico. En la agenda de ambos fotoperiodistas, una investigación sobre los negocios de Yabrán en la zona.

Febrero de 1996: la búsqueda de la foto

Con la investigación periodística avanzada, solo faltaba un elemento clave: una imagen de frente del empresario. Es que Cabezas y Michi habían dado con la dirección de su casa de veraneo, pero en todas las capturas, Yabrán estaba de espalda. Cabezas y Michi comienzan un operativo para lograr la foto de su cara.

16 de febrero de 1996: el día de la fotografía

Un dato clave llega a sus manos: Yabrán va a estar descansando en el balneario Marbella. Con esa información, armaron un plan y esperaron el momento indicado. Click. Cabezas capturó la imagen de Yabrán caminando por la playa junto a su esposa. La foto se convertiría en un símbolo del fotoperiodismo argentino.

Marzo de 1996: la publicación de la foto en la tapa de Revista Noticias

Con el título “Yabrán ataca de nuevo”, la revista Noticias publicó la fotografía del empresario que había sostenido que ni los servicios de inteligencia tenían una imagen suya. En el interior, la nota firmada por Michi contaba el proyecto del megapuerto y otros emprendimientos de Yabrán en la ciudad.

En el interior de la nota, Michi exponía el plan del megapuerto y otros emprendimientos de Yabrán en Pinamar.

1996: las amenazas

Después de la publicación, las amenazas hacia Cabezas y su familia no tardaron en llegar; personas vinculadas a Yabrán intentaron obtener información sobre su paradero y el del equipo periodístico.

Enero de 1997: regreso a Pinamar

Un año después, Cabezas y Michi volvieron a Pinamar para una nueva cobertura. El fotógrafo desconocía que su destino estaba sellado.

24 de enero de 1997: la fiesta de Oscar Andreani

Cabezas asistió a la fiesta, que iba a estar repleta de personalidades, en la casa del empresario Oscar Andreani de Pinamar. Al retirarse en la madrugada, es secuestrado por un grupo de hombres.

25 de enero de 1997: el asesinato de José Luis Cabezas

El cuerpo de José Luis Cabezas es hallado en una cava en General Madariaga, a 16 kilómetros de Pinamar. Había sido esposado, golpeado, ejecutado con dos disparos en la cabeza y metido dentro de su auto, que fue calcinado: uno de los crímenes más icónicos de Argentina se había consumado.

26 enero de 1997: conmoción

Al otro día, Revista Noticias sacó una edición con la tapa completamente en negra. Marchas y protestas exigieron justicia bajo la consigna «No se olviden de Cabezas».

Tapa en negro de Noticias por la muerte José Luis Cabezas (Nº 1049, enero de 1997)

Febrero de 1997: las primeras detenciones

La investigación apuntaba a la banda de «Los Horneros», un grupo de delincuentes de La Plata, conformado por José Luis Auge, Héctor Retana, Sergio González y Horacio Braga. Más tarde, se descubrió la conexión con el entorno de Yabrán.

Abril de 1997: acusaciones contra el entorno de Yabrán

Quedó involucrado Gustavo Prellezo, oficial de la policía bonaerense, como autor material, quien fue detenido junto a los cuatro integrantes de la banda de Los Horneros. Gregorio Ríos, el jefe de seguridad de Yabrán, también quedó involucrado en el caso, y fue la puerta a través de la cual la investigación se enfocó en el empresario.

1998: todas las pruebas en contra de Yabrán

Las pruebas y testimonios apuntaron al empresario como autor intelectual del crimen. Ante la inminente orden de captura, luego de verse acorralado, Yabrán se suicidó en su estancia en Entre Ríos el 20 de mayo de 1998.

2000: juicio y condenas

Los autores materiales y partícipes del crimen reciben condenas, todas perpetuas. Gregorio Ríos instigó al policía Gustavo Prellezo y él se valió de la ayuda de Los Horneros y otros uniformados para matar a Cabezas, en medio de una zona liberada por Alberto “La Liebre” Gómez, el Comisario de la bonaerense.

2000-2017: todos en libertad

Sin embargo, con el tiempo, varios condenados recibieron reducciones de pena y libertades condicionales. Héctor Retana falleció en la cárcel en 2001. Alberto Gómez cumplió su pena en 2013 y vive a pocas cuadras de donde fue asesinado Cabezas. José Luis Auge actualmente está en libertad condicional, al igual que Sergio González y Horacio Braga, gracias a la ley del 2X1. Prellezo, quien le disparó a Cabezas, también está en libertad condicional. Y, en cuanto a Gregorio Ríos, la Justicia estableció, en 2013, que su condena a prisión perpetua ya estaba terminada. Actualmente no hay nadie preso por el asesinato de José Luis Cabezas: están en libertad.

El legado de Cabezas

El asesinato de José Luis Cabezas no fue solo un crimen atroz, sino un golpe directo a la libertad de prensa en Argentina. Marcó un punto de inflexión en la relación entre el periodismo y el poder, dejando en claro hasta dónde estaban dispuestos a llegar quienes se sentían amenazados por una cámara y un periodista haciendo su trabajo.

Reveló, también, cómo funcionaban las mafias en Argentina y, al mismo tiempo, mostró lo difícil que era (es) conseguir justicia cuando el enemigo no es solo un delincuente común, sino un sistema entero operando en la sombra.

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