Aunque Alemania quede lejos, a 12.300 kilómetros, el brote de aftosa en sus rodeos, que ya le está generando cierre de mercados y pérdidas por US$ 1.000 millones; movió el tablero en el negocio de la carne vacuna.
Para los veterinarios la dinámica de la fiebre aftosa siempre le gana a los servicios sanitarios sino están precavidos. Por cierto, el brote en Alemania se produce tras 37 años de estar libre de la enfermedad, en lo que es toda una señal que no se puede bajar la guardia.
El brote de fiebre aftosa se encontró en Brandeburgo y fue reportado el último 13 de enero. Hasta el momento, se detectaron tres búfalos de agua, afectados por el virus de la fiebre aftosa, tipo O. Y se está evaluando cómo ocurrió la entrada del virus y desde dónde pudo haber ingresado. El temor es la potencial expansión en Alemania y otros países de Europa.
De acuerdo a expertos, el virus que apareció en Alemania se aisló por primera vez en la india en 2018, y luego en varios países de Medio Oriente y Europa (Turquía y Bulgaria) hasta llegar a Alemania. La distancia de la India a Alemania son 6.500 kilómetros, “es decir que en 6 años se ha desplazado esos miles de kilómetros”, advierten.
La aftosa es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta a los vacunos entre otros animales y se caracteriza por la fiebre y la formación de ampollas en la boca, nariz, pezones y patas. No se transmite a los humanos, pero es causa de rechazo al momento de exportar en todos los mercados del mundo.
Los centros de referencia europeos (EURL) y mundiales (WRL) para la fiebre aftosa lo consideran una variante del virus tipo O de fiebre aftosa que es capaz de una amplia difusión. Así, este virus se encontró por primera vez en la India en 2018, posteriormente en Sri Lanka, (2019), Bangladesh (2021), Nepal (2022), Emiratos Árabes Unidos (2021), Omán (2022), Irán (2023), Palestina (2024) y Turquía (2024).
“Esto está indicando un cambio muy importante en el análisis de riesgo respecto a la fiebre aftosa, para los países que tienen intercambio comercial con la Unión Europea, que son una gran mayoría”, dice Esteban Turic CEO de Biogénesis Bagó, la mayor elaboradora en el mercado argentino y principal proveedor global de la vacuna.
«En el mundo, la cantidad de animales susceptibles de sufrir fiebre aftosa es de 5300 millones de cabezas, con 2500 millones de cabras y ovejas, 1700 millones de búfalos y vacas, mayormente vacas, y 1100 millones de cerdos. El 70% de esa población está en países endémicos, es decir, donde hay fiebre aftosa. La Argentina se ha convertido en un hub tecnológico y de conocimiento en materia de fiebre aftosa, tanto sea de diagnóstico, como de vigilancia, lucha y elaboración de productos», señala Turic.
La aparición del brote en Alemania despierta otras alertas cuando países claves como Brasil han dejado de vacunar para obtener el estatus de libre de Fiebre Aftosa sin vacunación.
La distancia entre Venezuela, donde hoy hay aftosa, y Argentina son 4.500 kilómetros y la de Venezuela a Mato Grosso, el mayor estado ganadero de Brasil, es 3.000 kilómetros. Hay semáforo amarillo: Brasil es el principal exportador de carnes del mundo.
Argentina lo vivió. Cuando Carlos Menem era presidente, el país pasó muchos años sin brotes de esta enfermedad. Y en 1995 se tomó la decisión de dejar de vacunar Pero en 2001 la aftosa volvió y se cerraron los mercados. Recién en 2003 pudieron recuperarse algunos. Otros permanecieron clausurados 14 años
A su vez, Argentina tiene la vacuna con capacidad de protección contra ese linaje de virus tipo O/ME-SA/SA -2018 detectado en Alemania y otros lugares de acuerdo a los reportes del Centro Mundial de Referencia de la Fiebre Aftosa, Pirbright, del Reino Unido (FMDWRL). El laboratorio que la produce es Biogénesis Bagó, uno de los tres a nivel global que tiene en cuenta ese centro mundial de referencia.