Para los argentinos que gustan de la política, el Partido Colorado es una fuerza con representación regional, en Uruguay y Paraguay. Desde hoy, también puede sumarse como humorada local: cuando algunos amigos le preguntaron a Diego Santilli si sería candidato en la Provincia este año por el PRO, el diputado casi que lo descartó: «Para sacar 10 puntos y perder, me presento por el Partido Colorado». Se refería, claro, al tono del pelo que le dio su apodo.
Santilli suele decir en chiste lo que piensa en serio. Y por ahora se resiste a renovar su banca en la Cámara baja nacional en una boleta amarilla. Su negativa tiene historia reciente. Después de dar el batacazo en las legislativas 2021 en territorio bonaerense como cabeza de la boleta de Juntos por el Cambio, se abrazó al proyecto Larreta Presidente 2023 y pese a que las encuestas lo dan bien posicionado para la gobernación, terminó hundido con el ancla del jefe de Gobierno.
«¿Así que no quiere ser candidato? Ja, no sabía», respondió un fuente cercana a Mauricio Macri cuando Clarín consultó por el tema. Y contrarrestó con su propia pregunta: «¿Viste la foto del Colo con los libertarios? Lo están matando en las redes…». Enseguida envió la imagen que ilustra parte de esta nota, donde se lo ve a Santilli con dos dirigentes de La Libertad Avanza en Bahía Blanca.
El temor del macrismo puro, en el fondo, es que Santilli pegue el salto. No tienen hoy un candidato mejor para encabezar en Provincia. «Diego puede no ser candidato este año. A él le interesa la gobernación en 2027», suman incertidumbre en el entorno del diputado.
La falta de una oferta atractiva en territorio bonaerense puede ser lapidaria para el PRO. Por aquella excelente elección de Santilli/Juntos por el Cambio en 2021, este año renueva 7 bancas de diputados nacionales sólo de esa provincia. Si va con lista propia, debería superar los 20 puntos para conservarlas. Las encuestas más optimistas en el distrito los dan apenas por encima de los 10.
En términos cuantitativos, los de CABA es apenas menos arriesgado. Se juegan tres cargos para la Cámara baja y uno para la alta, la de la larretista Guadalupe Tagliaferri. Pero una derrota en el distrito cuna del PRO resultaría catastrófica. Ahí es donde se reaviva la idea de Mauricio Macri candidato.
«Se lo piden muchos, dentro y fuera del partido. Y a diferencia de otras veces, cuando cerraba por completo la puerta, ahora nunca le escuché decir ‘de ninguna manera’«, le cuenta a Clarín un exfuncionario de trato diario con el expresidente.
Fue uno de los que habló con Macri este lunes, cuando un anticipo de Clarín sacudió los portales de noticias de todo el país. La ex AFIP había filtrado una lista de exfuncionarios y empresarios kirchneristas, a los que supuestamente el macrismo había protegido desde el organismo recaudador, al tabicar información sobre ellos. Dicho de manera más simple, acusaba a Cambiemos de pactar con el kirchnerismo más corrupto.
La filtración, atribuida en el PRO a Santiago Caputo, no generó respuesta inmediata de Macri pero sí un operativo para desmentir la acusación. Se decidió hacerlo con los «cuadros técnicos». Entre otros, hablaron el extitular de AFIP Alberto Abad, su número 2 Jimena de la Torre, y la exfuncionaria la Unidad Antilavado María Eugenia Talerico. Los tres fueron durísimos contra el Gobierno.
Macri, en silencio, asintió. Y renovó su furia contra el Caputo joven. «El destrato de él hacia nosotros, pese a que fuimos el partido que sostuvo al Gobierno al apoyar la ley bases y acompañar los vetos de jubilados y universidades, es constante y permanente«, reiteraron en el entorno del expresidente.
Y en ese contexto, le pusieron número a un posible acuerdo electoral con los libertarios. O más bien, al no acuerdo. «Hoy, 95% que vamos solos. No te digo 100% porque es política y no hay imposibles. Pero estamos lejísimos».
Muchas bancas en juego
El panorama es por demás complejo. No sólo en las dos Buenos Aires. El PRO pone en juego 22 de las 37 bancas de diputados que tiene y 2 de las 7 de senadores.
«Sabemos dónde estamos parados. Vamos a perder bancas. Quedaremos 25 ó 30, vamos a seguir siendo clave para lo que viene», intentan desdramatizar en el partido. El cálculo parece por demás optimista. La falta de candidatos taquilleros no sólo abre el debate en CABA y provincia de Buenos Aires.
En Córdoba, los aliados Luis Juez (jefe del bloque de senadores PRO) y Rodrigo de Loredo (UCR) empezaron a acercarse a Milei. En Santa Fe, manda el gobernador Maximiliano Pullaro, también radical. Lo mismo pasa en Mendoza con Alfredo Cornejo. Y en Entre Ríos, donde gobierna una propio, ya hubo aviso: Rogelio Frigerio habló con Macri para que la pelea nacional, que incluye a Cristina, no afecte al distrito. Dicho de modo más llano, el expresidente no se meterá en el armado local de su exministro.
Entre Ríos es una de las provincias que renueva senadores y el PRO se juega la banca de Alfredo de Angeli. «Ahí a Milei le conviene quizás hacer un acuerdo con el PRO, para mantener senadores aliados», alientan conversaciones cerca de Frigerio.
Un encuestador que trabajó durante años para el macrismo resume el panorama: «Hoy Macri tiene poder de daño. Las encuestas le dan entre 6 y 8 puntos a nivel nacional. Y eso, en un contexto de polarización del Gobierno con el kirchnerismo, puede influir en algunos distritos. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires».
El consultor apuntó a uno de los temas centrales (acaso el más importante) de un eventual acuerdo LLA-PRO. Los sondeos muestran que, aliados, tienen altas chances de vencer al kirchnerismo en la Provincia. Separados, menos. Sobre todo si se presenta Cristina.
Y allí se abre otro debate. ¿Cuánto afectaría una victoria bonaerense de Cristina al Gobierno? Según encuestadores como Federico Aurelio, uno de los más escuchados por Milei, puede impactar mucho por la reacción de los mercados. Lo mismo piensa Macri.
«Mauricio ya lo vivió en 2017. Cristina perdió con Esteban (Bullrich), pero sacó casi 40 puntos. Y después, en el debate por la nueva fórmula jubilatoria, las famosas 14 toneladas de piedra contra el Congreso mostraron que el peronismo estaba vivo y se asustaron los mercados», recuerdan en el entorno del titular del PRO.
Un importante funcionario mileísta relativiza el razonamiento: «Nosotros vamos a contar todas las bancas que ganemos, que van a ser muchas. Lo que pase en Provincia con Cristina no nos preocupa en particular. Primero hay que ver si es candidata».
Otro funcionario del Gobierno, de reciente desembarco en un importante organismo, también le baja el precio al tema. «Podríamos acordar, pero que el PRO pida lo que vale en la Provincia. Si miden 10 puntos, que tengan esa parte proporcional de la lista».
El dirigente reconoce que le sobran candidatos. «Por eso, en muchos municipios, es posible que pongamos figuras de tuiteros famosos, como el Gordo Dan, para que traccionen».
El libro de pases está abierto. Antes de que desemboque como número 2 de la SIDE, Diego Kravetz ya venía hablando con Sebastián Pareja, hombre de confianza de Karina Milei para el armado bonaerense, para una eventual candidatura en Lanús…por los libertarios. Con el pase a la agencia de inteligencia la negociación quedó en veremos.
Aunque no lo digan, en ambos bandos juegan el 2025 pero mirando al 2027. Para el Gobierno, una victoria sobre el PRO/Macri en la Ciudad y los K/Cristina en la Provincia sería una carambola perfecta para sepultar a los dos emblemas de la grieta original. Para el PRO, ganar la Ciudad es imprescindible para subsistir como partido.