El Gobierno está entusiasmado con los últimos datos de la economía. El riesgo país perforó los 600 puntos, el Banco Central reanudó la compra de divisas y algunas proyecciones de inflación ya arrojan una suba de entre el 2 y 2,4%, un nivel igual o inferior al de diciembre. Fue este último dato el que alimentó la expectativa entre los bancos de que el equipo económico adopte nuevas medidas en los próximos días.
Las mediciones de las consultoras privadas se estiraban hasta un 3%. Pero en la city financiera actualizaron los cálculos ya que observan que los bienes vienen mucho más tranquilos de lo esperado, pese a que regulados y carnes viene un poco más alto de lo previsto. «Estamos viendo algo más parecido a 2,4% ahora», proyectaron desde BBVA. En otro banco extranjero, vieron una señal alentadora en la variación del 2,2% estimada por Alphacast.
El número que se terminará conociendo el martes es clave porque definirá los próximos pasos del gobierno. Javier Milei ratificó en los últimos días que si se repite una inflación similar al 2,4% de noviembre, avanzará en una baja del ritmo de devaluación. Esto significa que el dólar pasará de subir 2% mensual a un ritmo del 1%, lo que servirá para reforzar el ancla sobre los precios, pero podría inducir una mayor apreciación del tipo de cambio.
En ese marco, Milei enfrenta presiones del sector empresario para «nivelar la cancha» con la baja de impuestos y hay cuestionamientos de economistas por el dólar. Orlando Ferreres aseguró días atrás que el valor de equilibrio sería $ 1.600, mientras Cavallo dijo que está atrasado un 20%. «Si en lugar de dejar que los precios fluyan le hacés caso a los brutos estos fanáticos de la devaluación, terminás agravando el problema», respondió el Presidente.
La otra medida en camino podría ser una nueva baja de las tasas de interés. El Banco Central las redujo hace un mes del 35 al 32% ante las expectativas de baja de la inflación que se terminaron cumpliendo. «Me parece que con el dato de la inflación que se conocerá el martes que viene (y que puede sorprender), se vendrán anuncios (menos crawl, baja de Lefi). Todo se acelera positivamente», dijeron en un banco.
La baja de la tasa de referencia (Lefi) impacta en las tasas más cortas, como las cauciones, pero también repercute en las tasas de plazo fijo que ofrecen los bancos a sus clientes. «Con la reducción de la tasa de depreciación se buscaría bajar otro tipo escalón la nominalidad y para eso la tasa de interés debe acompañar, caso contrario aumentaría el carry trade a la par del peso de los intereses de la deuda», señaló Claudio Caprarulo, director de Analytica.
Por otra parte, el Gobierno busca reducir la deuda del Tesoro con el Banco Central. Hoy, la autoridad monetaria tiene su cartera US$ 20.027 millones en letras intransferibles y otros títulos del Tesoro. Milei heredó buena parte de esa deuda de gestiones anteriores, aunque también creció con la gestión actual, cuando el Ministerio de Economía colocó en enero del año pasado US$ 3.200 millones al BCRA a 10 años para pagar deuda en moneda extranjera.
La especulación en la city es que ahora quieren eliminar las Letras del Tesoro. «En términos netos no tomamos deuda. Lo que si vamos a hacer es el roll over de la deuda porque si tengo déficit cero no necesito tomar nueva deuda…vamos a tomar deuda para que el Tesoro le cancele deuda al Banco Central, entonces la variación de deuda bruta es cero. El Tesoro va a seguir debiendo lo mismo, pero a un acreedor y no al Banco Central», dijo Milei.
El Gobierno viene de obtener US$ 1.000 millones mediante un REPO con bancos internacionales. El BCRA entregó bonos Bopreal en garantía y deberá devolverlos en 2 años y medio a una tasa del 8,8% anual en dólares. Si bien la llegada de fondos sirvió para reducir la incertidumbre sobre los pagos de deuda – este jueves vencen US$ 4.500 millones-, el equipo económico tiene por delante el desafío de salir del cepo y recomponer las reservas netas.