Lanzó dardos contra lo que consideró «nubarrones» en la calidad institucional y en la división de poderes. Englobó su crítica en una tendencia a nivel global pero mencionó «temor» por los Poderes Legislativos y Judiciales, con alegorías que resonaron en el plano local.
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Milei y una deuda de institucionalidad que se acumula
Juan Carlos Maqueda, juez de la Corte
NA
Homenajeado por el Colegio Público de la Abogacía y el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires tras 22 años de carrera en la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda disparó dardos quirúrgicos respecto a la institucionalidad, en un mensaje velado hacia el Gobierno Nacional de Javier Milei, a 20 días de dejar el máximo Tribunal, en parte, forzado por el Poder Ejecutivo que no le dio margen para una renovación.
«Les quiero dejar solo un mensaje sobre un tema sobre el que veo nubarrones», inició Maqueda su discurso de agradecimiento. «Me preocupa seriamente porque nos compromete a todos nosotros», aseguró sobre el tópico que iba a abordar y sobre el que ejemplificó a nivel mundial, pero con algunas pinceladas que resonaron en el plano local, mencionando la diferencia entre «democracia» y «autocracia» y en el presunto avasallamiento del Ejecutivo sobre los poderes Legislativos y Judicial.
«Temo por los poderes judiciales y también temo por los poderes legislativos; temo por la institucionalidad. Veo que en el mundo hay una preocupación mayor por los resultados que por los métodos para alcanzar esos resultados», puntualizó. «Tenemos que volver a recuperar el camino de las instituciones, reivindicando a los poderes legislativos para que cumplan su función, reivindicando el poder judicial que es molesto para el Ejecutivo, pero la molestia es por los límites que se ponen y esos límites tenemos que seguir reivindicándolos», lanzó sobre el final, a modo de conclusión y advertencia por los «nubarrones» que percibe.
Como contracara, había ejemplificado lo que había sido el otorgamiento del premio Nóbel de Economía a dos escritores que describieron la importancia de las instituciones en el desarrollo económico. «Estos dos autores nos dicen que uno de los pilares fundamentales es la estabilidad de las instituciones y su calidad», puntualizó. Y advirtió que ahora percibe «un mundo desorganizado», donde puso ejemplos de China, Rusia, Irán y hasta Estados Unidos con un «poder judicial debilitado» a partir de un fallo puntual de la Corte Suprema de ese país que deja liberados los límites a las «cuestiones políticas no judiciables».
«Hoy, a diferencia de cuando éramos más jóvenes, en la democracia se están debilitando las instituciones democráticas y esto genera preocupación. Pareciera que hoy ya no se siente tanta integración en la democracia como en tiempos pasados. Pareciera también que la diferencia entre democracia y autocracia, hoy está mas vigente que nunca, pero los límites están difusos», cuestionó.
«Democracia no es solamente elegir presidentes, ni hay países que se desarrollen profundamente con la superioridad de un poder sobre otros poderes, sobre el Legislativo y el Judicial» fue su critica más contundente.
El punteo de Maqueda, que no suele hablar públicamente, resonó como un mensaje político de alto impacto en el que raspó a la administración de Javier Milei con elegida sutileza. El auditorio aplaudió su intervención, quizás, la última antes de dejar el máximo Tribunal.