El Cairo, 7 dic (EFE).- Irán estaría retirando su personal militar y diplomático de Siria, tanto de su embajada en Damasco como de bases militares de la Guardia Revolucionaria que mantiene en el país, informó este sábado el New York Times (NYT), citando fuentes oficiales iraníes sin identificar.
En su nota, el diario estadounidense, que destaca este movimiento iraní como un «signo de la incapacidad de Teherán para ayudar a mantener al presidente sirio Bachar al Asad en el poder mientras enfrenta la resurgente ofensiva rebelde».
Entre el personal que se estaría retirando hacia el Líbano e Irak estarían los máximos comandantes en Siria de la Fuerza Al Quds, la rama de acción exterior de la Guardia Revolucionaria, además de personal diplomático, familias y civiles iraníes.
El NYT indica que sus fuentes son «funcionarios regionales y dos miembros de la Guardia Revolucionaria».
Mehdi Rahmati, analista de asuntos iraníes consultado por el diario neoyorquino, apuntó en la nota que esta retirada implica que «Irán se ha dado cuenta de que no puede manejar la situación en Siria ahora mismo con ninguna operación militar, y que esa opción ahora está fuera de la mesa».
Irán es, junto con Rusia y el grupo chií libanés Hizbulá, el principal aliado de Damasco y su ayuda e intervención militar fue determinante para evitar el colapso del Gobierno sirio desde 2012.
Esos tres aliados de Al Asad están ahora en una situación de debilidad, después de que la guerra de Israel contra Hizbulá en el Líbano haya dañado seriamente las capacidades del grupo armado, al tiempo que Rusia está envuelto en la invasión de Ucrania.
Oficialmente, según indicó ayer mismo durante una visita a Bagdad el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, Irán mantiene su apoyo inquebrantable a Damasco «en su lucha contra los grupos terroristas takfiríes (extremistas suníes) que salen, sin duda alguna, de una conspiración estadounidense-sionista».
Araqchí se refirió así al Organismo de LIberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), principal grupo que dirige la ofensiva contra Damasco que comenzó el pasado 27 de noviembre, cuyo origen está en el Frente al Nusra, la que era la filial siria de Al Qaeda.
En el caso de que Siria «caiga en el terrorismo», hay que «esperar el regreso del Estado Islámico, lo que será una gran amenaza a los países de la región», como Irak, Jordania o Turquía, señaló el ministro.
El Estado Islámico, derrotado militarmente en 2019, aún mantiene alguna presencia en el amplio desierto del centro de Siria.
Este sábado está previsto que se produzca en Catar, en los márgenes del Foro de Doha, una reunión tripartita entre Rusia, Irán y Turquía, el principal valedor y apoyo de los grupos insurgentes contra Al Asad, para buscar una solución a la crisis. EFE