El presidente Javier Milei obtuvo en su decimoquinto viaje al exterior y en su séptimo a Estados Unidos, lo que fue a buscar. Una serie de gestos, fotos y acercamientos con el presidente electo de EE.UU., el republicano Donald Trump, lo que le permitió avanzar en el afianzamiento de un vínculo que podría ser clave para la Argentina y el gobierno libertario, además de reforzar el alineamiento que la Casa Rosada ensaya respecto de la Casa Blanca desde el inicio de la gestión, y que el mandatario considera “estratégico”.
Es por ello que Milei formó ayer en Mar a Lago, en la exclusiva residencia que Trump tiene en el estado de Florida, parte de los oradores de la CPAC de fin de año. La convención se reunió para realizar una evaluación de lo sucedido durante 2024, sobre todo luego de las elecciones que consagraron nuevamente a Trump al frente de la Casa Blanca. El resto de quienes disertaron fueron miembros del board de la organización.
El presidente argentino logró ser invitado luego de varios días de llamados telefónicos infructuosos y de no poder comunicarse con Trump, para felicitarlo por el triunfo.
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De esa manera Milei tuvo la posibilidad de brindar un nuevo discurso frente a inversores en la Convención Conservadora, aunque en su discurso de ayer Trump no estuvo presente.
Fue en la noche del jueves cuando el mandatario argentino tuvo un acercamiento a Trump (intercambio de elogios mediante) y la posibilidad de volver a cruzarse con el magnate Elon Musk (quien tendrá una silla en el gabinete que asumirá el próximo 20 de enero) y con el vicepresidente electo, J.D. Vance. Estos últimos dos, tampoco estuvieron presentes ayer.
La ausencia de Trump, Vance y Musk en la convención conservadora no le impidió a Milei invitarlos a la próxima cumbre de la CPAC que se realizará en Buenos Aires, el 4 de diciembre. “… extiendo mi invitación al presidente electo, al vicepresidente electo, a Elon Musk, y a todos los que quieran venir a acompañarnos”, arengó el Presidente al cerrar su discurso. Milei los invitó para que “sean testigos de la gran gesta, que está llevando adelante el pueblo argentino”. ¿Vendrán, o habrá desplante?
El triunfo de Trump en las recientes elecciones norteamericanas fue un espaldarazo para Milei y para la “batalla cultural” que la gestión libertaria lleva adelante, además de significar un posible guiño en las negociaciones con el FMI.
En la Casa Rosada, hay expectativas para que la Argentina pase la novena revisión del organismo, lo que implicaría un desembolso por US$ 1.000 millones. Además, quedan pendientes las conversaciones por un nuevo acuerdo, con nuevas metas y plazos. Esa negociación hoy no existe. La llegada de Trump a la Casa Blanca podría acelerar las conversaciones.
Ayer en la CPAC, Milei reconoció sentir “felicidad” por saber que en las elecciones de EE.UU. “primaron el sentido común y la razón, por sobre el delirio comunista, la agenda woke y la planificación centralizada”, en referencia la candidata derrotada, Kamala Harris.
“Los Estados Unidos liderando en el Norte; la Argentina en el Sur; Italia en la vieja Europa e Israel, el centinela en la frontera, de Oriente Medio.”, vociferó el mandatario ayer ante el auditorio, al volver a insistir en la idea de que con las “naciones libres puede haber una esperanza global de paz y prosperidad”, con el objetivo de combatir lo que en varios tramos de su discurso consideró el “virus del socialismo”.
Milei se reunió en febrero con Benjamin Netanyahu, cuando visitó Israel (el primer país en visita oficial). También tuvo un encuentro con Giorgia Meloni, a quien volvió a ver al ser invitado al G7 y volverá a reunirse próximamente en Buenos Aires, cuando finalizado el G20, la mandataria italiana visite el país. Con Trump, se había cruzado en febrero pasado en una cumbre de CPAC.
El alineamiento de Milei con Trump podría tener impacto negativo en otras aristas de la agenda internacional del Presidente. También tras el G20 recibirá a Emmanuel Macron, quien pretende combatir el “cambio climático”. Tampoco está claro si la Argentina adherirá al comunicado que firmen el resto de los países que asistan a Río de Janeiro el próximo 18 de noviembre. El vínculo con China, y su impacto abre otro interrogante ahora que obtuvo la foto con Trump.
“En tiempos en los que la gran mayoría de organizaciones y asociaciones civiles están infectadas de socialismo, CPAC es imprescindible para congregar a quienes defendemos las ideas de la libertad”, reflexionó el jefe de Estado al machacar sobre la idea de reforzar lazos entre naciones occidentales.
“Yo no soy político ni aspiro a serlo”, se despachó el Presidente al mismo tiempo que se comparó con el magnate norteamericano: “Tal como el presidente Trump, tuve que meterme en este pantano putrefacto (la política) en defensa propia”, dijo, ante tímidos aplausos.
En esa línea, se atrevió a hablar del escenario argentino al señalar: “La gente me respaldó y lo sigue haciendo a diario porque finalmente entendió que no quiere volver a tener que ver nada con la política de la casta”.
Milei se despachó con una extensa diatriba sobre la “decadencia argentina” de los “últimos cien años”, en la que el país “fue el perfecto laboratorio para experimentar con el virus socialista” y denostó a “la hegemonía cultural de la izquierda que intoxica a la gran mayoría de las instituciones y formadores de opinión”.
El nuevo viaje de Milei fue a su vez el debut del flamante canciller, Gerardo Werthein, quien acompañó al Presidente por primera vez con su nuevo rol. También estuvo la secretaria general, Karina Milei.
Ahora es el turno de Argentina
El próximo 4 de diciembre se desarrollará en Buenos Aires la próxima cumbre de la CPAC, la convención de líderes y espacios políticos conservadores, en la que Javier Milei oficiará de anfitrión por primera vez.
La cumbre de líderes conservadores le servirá a Milei para mostrarse una vez más, como referente de la derecha a nivel global.
El encuentro tendrá entre los asistentes al líder de Vox, Santiago Abascal, con quien Milei ha mostrado buena sintonía y han mantenido encuentros en la ciudad de Madrid invitado por el referente español, incluso antes de que llegase a ser presidente.
También vendrá al país para participar en la cumbre Jair Bolsonaro, el expresidente de Brasil, junto a su hijo, Eduardo, quien ha participado incluso como invitado en actos y presentaciones de Milei. Desde la organización de CPAC Argentina detallaron que Bolsonaro será uno de los oradores, al igual que Lara Trump, nuera del presidente electo norteamericano.
La modalidad de la CPAC argentina será distinta a la realizada recientemente en Mar a Lago, que era cerrada y exclusiva. Esta vez, será abierta para el público.
Milei aprovechó su paso por EE.UU., para invitar a Trump, al magnate Elon Musk y al vicepresidente electo, J.D. Vance. Hasta Buenos Aires vendrá Matt Schlapp, director de la Unión Conservadora de Estados Unidos, quien estuvo en Mar a Lago escuchando la disertación de Milei.