Georgia y John McGinty, residentes de Nueva Jersey, sufrieron un grave accidente de tránsito mientras viajaban en un Uber y quedaron con lesiones permanentes. La pareja quiso demandar a la empresa por lo ocurrido, pero descubrió que no podía hacerlo porque su hija de 12 años había aceptado los términos de uso de Uber Eats al pedir una pizza, que incluía una cláusula que los obligaba a resolver cualquier disputa por arbitraje y no ante un tribunal. “Casi muero”, lamentó la mujer.
En marzo de 2022, los McGinty viajaban en un automóvil de Uber en Nueva Jersey cuando el conductor pasó un semáforo en rojo y chocó con otro vehículo. Las consecuencias fueron graves: Georgia sufrió fracturas en la columna y lesiones en la pared abdominal. Según le relató a la BBC, estuvo internada en una unidad de cuidados intensivos durante una semana y tuvo una grave infección postoperatoria: “Casi muero durante ese tiempo y no podía cuidar a mi hija”.
John, su esposo, se fracturó el esternón y tuvo que ser sometido a una cirugía en la mano izquierda debido a quebraduras graves. “Tengo una varilla de acero y unos nueve tornillos en la mano”, contó, mientras que explicó que también perdió parte de su movilidad y que siente “dolor a diario”.
Por qué no pudieron iniciar acciones legales contra Uber
Tras sufrir esas graves lesiones, la pareja quiso demandar a Uber. Sin embargo, no pudo hacerlo porque se encontró con una barrera legal. Según los documentos judiciales, los McGinty no podían llevar el caso a juicio a la empresa debido a una cláusula de arbitraje incluida en los términos de uso de la aplicación. La compañía argumentó que el matrimonio había aceptado estos términos varias veces al utilizar Uber, lo que los obligaba a resolver cualquier disputa fuera de los tribunales, mediante arbitraje.
Lo más llamativo del caso fue que, según la familia, la última vez que aceptaron los términos de Uber fue cuando su hija de 12 años utilizó su teléfono para pedir una pizza a través de Uber Eats. “¿Cómo podría haber pensado remotamente que, al pedir comida, estaría renunciando a mi derecho constitucional a un juicio?”, se preguntó Georgia.
Por su parte, Uber argumentó que sus términos de uso son claros y que los reclamos deben resolverse mediante arbitraje. “El tribunal concluyó que la demandante, y no su hija, aceptó los términos de uso de Uber en múltiples ocasiones”, expresó un portavoz de la empresa.
El caso de los McGinty no es el único de este tipo. El abogado especializado en lesiones personales Ted Spaulding le dijo a la BBC que lo sucedido con el matrimonio de New Jersey y Uber podía compararse con un hecho ocurrido en Disney World.
En específico, la compañía utilizó una cláusula de arbitraje para intentar evitar la demanda por la muerte de una mujer que sufrió una reacción alérgica fatal en uno de sus restaurantes. Al igual que Uber, Disney intentó argumentar que, al aceptar los términos de su servicio de streaming Disney+, el demandante había renunciado a su derecho a llevar el caso a los tribunales. Sin embargo, tras la cobertura mediática, Disney decidió proceder con un juicio por jurado.
LA NACION