lunes, 23 septiembre, 2024
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Las dudas del giojismo entre Andino, Gramajo y el tapado

Que Cristian Andino sería un buen candidato, aunque todavía sea portador de un discurso de bajas calorías frente a la motosierra libertaria. Que Fabián Gramajo se volvió impredecible, al límite de lo ‘peligroso’. Y que temen la repentina aparición de un tapado, que podría romper todas las previsiones hasta ahora. Todos esto ingredientes están en maceración en la caldera giojista.

El tapado es el ex intendente de Rawson y ex diputado nacional Mauricio Ibarra. Nunca tuvo nada de clandestino. Fue el operador plenipotenciario de Sergio Uñac para generar los acuerdos internos. Pero su eventual postulación para el Congreso Nacional el año que viene sí sería toda una novedad. Hasta ahora es una especulación. Fundada, pero especulación al fin.

Ibarra dijo en Banda Ancha el mes pasado que imagina una PASO ancha, con lugar para las distintas expresiones del justicialismo y sus aliados, sin exclusiones. La idea no prendió mucho y generó algunas reacciones en contrario. Temen que la competencia se convierta en una interna sangrienta (como siempre) y los heridos terminen pateando en contra en la general (como siempre).

Las reuniones calientes se suceden en la oficina de calle 9 de Julio, donde José Luis Gioja recibe a sus referentes, escucha mucho y baja línea aferrándose a su dogma de ‘no almorzarse la cena’ ni comerse el ‘guiso sin liebre porque es desabrido’. Aclaración para principiantes: el ex gobernador es un tiempista fanático. Hay que esperar hasta el momento oportuno y entonces actuar.

Así logra calmar transitoriamente la presión interna, al menos en su espacio ‘San Juan Vuelve’. El giojismo ya no es lo que era. Se achicó progresivamente tras la salida del poder el 10 de diciembre de 2015 y la posterior confrontación a cielo abierto con Uñac. El sacudón de 2023 los empujó a la reconciliación, aunque el armisticio todavía esté en proceso.

En la nueva conformación del Partido Justicialista, la figura más relevante del giojismo es, sin dudas, la flamante vicepresidenta, Graciela Seva. Quedó como segunda autoridad después del veinticinqueño Juan Carlos Quiroga Moyano

Está también Leonardo Gioja en la conducción, pero un poco relegado en la lista por efecto de la paridad de género. Le tocó la quinta ubicación, detrás del uñaquista Fabián Aballay y la gramajista Agostina Testa

Esta mínima muestra sirve para entender que ‘unidad no es uniformidad’. Peronistas son todos, como dijo el General. Que se toleren entre ellos, eso es otra cosa. Cuesta, sobre todo cuando todavía sigue el reparto de las culpas por la derrota de 2023.

En Banda Ancha, Seva se mostró tan preocupada por el rumbo del país como por la reconstrucción de un peronismo desperdigado y todavía en riesgo de ruptura

Rechazó el RIGI y el blanqueo de capitales porque favorecen a los grandes capitales concentrados sin garantías de beneficio para la provincia. Pero ambos regímenes se terminaron aprobando en la Legislatura gracias al respaldo de diputados de su propio interbloque. 

No solo los bloquistas pegaron el salto. También algunos peronistas colaboraron con el orreguismo para dotarlo de una nueva mayoría.

Entre esas manos levantadas para sorpresa de uñaquistas y giojistas estuvieron la de Franco Aranda, del Frente Renovador, y la de Gabriel Sánchez, de San Juan Te Quiero. La autonomía de los diputados que llevó Gioja en su boleta generó pesar en el giojismo de paladar negro, aunque todavía no quemaron puentes. Seva se abstuvo de criticarlos con nombre y apellido.

Pero el malestar está. ¿Qué la detuvo de apretar el gatillo y disparar a mansalva? Su alta responsabilidad: hoy tiene la misión de suturar las viejas heridas. 

Por eso coincidió con Quiroga Moyano y se paró en frente de Ibarra. Antes que una PASO ancha trabajarán en una lista de unidad. Como el veinticinqueño, Seva entiende que una contienda multitudinaria no les servirá para sumar a los distintos sectores sino todo lo contrario.

El desafío será, entonces encontrar la figura convocante, que mida bien en las encuestas y que genere el consenso suficiente. Como si fuera fácil. Los nombres están, aunque sea en borrador.

Andino viene recorriendo la provincia, con el aliento de Uñac y de todo el aparato de intendentes y diputados que le responde. Quiroga Moyano también ha sido consecuente con este alineamiento.

El giojismo tiene buena onda con Andino, aunque todavía no se lo haya manifestado. El problema con el sanmartiniano es su bajo nivel de peronismo en sangre. El discurso light frente a los oficialismos, tanto el nacional de Javier Milei como el provincial de Marcelo Orrego. Sin embargo su diputada departamental, Marta Gramajo, ha votado con la oposición rigurosamente. Nunca se apartó. Y eso cuenta.

Aunque Gioja en persona tiene buen diálogo con Gramajo, el giojismo no deja de sorprenderse con algunos gestos del chimbero. Su comportamiento suele ser impredecible. Esa falta de organicidad lesiona la confianza. Hay final abierto en esta sociedad nacida el año pasado.

¿Cómo encaja Ibarra en este esquema? ¿Puede ser candidato después de haber sido derrotado el año pasado cuando intentó volver a la Intendencia de Rawson? Hay respuesta para todo, seguramente. Por ahora es un enigma. Lo están observando. Algo habrá hecho.


JAQUE MATE

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