Están en todos lados. Prácticamente todo lo que hacemos está intermediado por el mundo digital y por ende, por las aplicaciones. De todos los estilos y para todos los usos. Por fuera de esta observación subyace otra más: que existan tantas aplicaciones demuestra la cantidad de trabajo que hay y por qué siempre se habla de lo prolífico que es el mundo del desarrollo.
Obviamente, no todo es tan simplista como parece. Por lo tanto, es clave explicar un concepto a la vez. En primer lugar, debe entenderse que el trabajo de desarrollo de aplicaciones se centra en crear un software funcional y fácil de usar para tipos diversos de dispositivos.
En los últimos años, esta tarea evolucionó y pasó de la creación de aplicaciones simples a otras cada vez más complejas y personalizadas. La aparición de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) potenció este avance al permitir la integración de características avanzadas, como el reconocimiento de voz, la recomendación inteligente y la automatización de tareas. Son funciones que mejoran en forma significativa la experiencia del usuario.
A nivel profesional se distingue una gran variedad de perfiles. Los roles en el desarrollo de aplicaciones abarcan desde la conceptualización y el diseño, hasta la implementación y el mantenimiento.
Las aplicaciones móviles se convirtieron en una herramienta fundamental para las empresas, por lo que es crucial contar con roles que les permitan, a partir de sus desarrollos, conectarse con los clientes. Además, con la aparición de clientes cada vez más conectados y actualizados, la incorporación de nuevas tecnologías es vital para permanecer competitivos en el mercado.
Uno de los mayores desafíos para los desarrolladores es mantenerse al tanto de las últimas tecnologías y tendencias en un campo en evolución constante. Esto implica una capacitación continua y un estudio constante de las nuevas herramientas. Nunca se puede descansar en los conocimientos adquiridos, ya que lo que es relevante hoy podría quedar obsoleto mañana.
En un mercado incierto, la decisión de contratar desarrolladores de aplicaciones puede ser un gran dilema para las empresas.
Formación continua de desarrolladores de aplicaciones
Estos perfiles enfrentan también la presión de entregar productos de alta calidad en plazos ajustados. Lograr el equilibrio entre la actualización constante y la entrega efectiva es fundamental para el éxito en el desarrollo de aplicaciones.
Por esta razón, los desarrolladores deben poseer habilidades sólidas en programación, en especial en lenguajes específicos para aplicaciones móviles, contar con dominio en diseño de interfaz de usuario, experiencia del usuario y comprensión de los principios de desarrollo ágil.
Sin embargo, uno de los aspectos más cruciales es la capacidad para resolver problemas de manera efectiva, porque aparecen en forma constante desafíos técnicos que necesitan soluciones innovadoras y eficientes.
Los desarrolladores de aplicaciones llegan desde disciplinas diversas, incluyendo las ingenierías, el diseño gráfico e, incluso, la psicología para comprender mejor las necesidades del usuario.
En un mercado incierto, la decisión de contratar desarrolladores de aplicaciones puede ser un gran dilema para las empresas. Algunas prefieren tener un equipo interno dedicado, lo que les brinda mayor control y unidad en los equipos de trabajo.
Sin embargo, esto implica el riesgo de generar gastos fijos y enfrentar dificultades para adaptarse a cambios repentinos en la demanda. No quedan dudas de que aquellas empresas que no adopten nuevas tecnologías en el corto plazo correrán el riesgo de quedarse atrás.
Gustavo Fresno
Otras organizaciones optan por contratar desarrolladores freelance para proyectos específicos o para complementar a su equipo interno en momentos de alta demanda. Aunque esto puede reducir el riesgo financiero y proporcionar flexibilidad, también puede plantear desafíos en términos de coordinación de los equipos. De cualquier forma, contar con profesionales que conozcan a fondo el mundo de las aplicaciones es condición esencial en el escenario actual.
A pesar de que la demanda de desarrolladores de aplicaciones con habilidades especializadas está en aumento, impulsada por la creciente dependencia de dispositivos móviles y la expansión de las aplicaciones en todos los sectores, la escasez de talento sigue siendo un desafío significativo para muchas empresas.
Para dar respuesta a esto, es importante la formación de futuros desarrolladores capacitados, poniendo el foco en invertir en programas educativos y fomentar habilidades técnicas desde etapas tempranas, para ayudar a abordar esta brecha de talento y, así, satisfacer las crecientes necesidades que plantea el mercado.
(*) Jefe de equipo de Devify en Ingenia.