El día del vinculador tecnológico argentino, que se celebra el 4 de junio, es una fecha poco reconocida para la agenda diaria, pero de gran relevancia para los argentinos. Por su aporte al crecimiento económico sostenido, los tecnólogos reflejan el potencial de la capacidad científico-tecnológica de industria nacional, que interviene en las sombras para alcanzar los objetivos económicos que nuestro país requiere. Los héroes anónimos del desarrollo.
En la década del 60´, el físico y tecnólogo argentino Jorge Sábato delineó la fórmula teórica del éxito económico plasmada en la forma de un triángulo. En sus bases, se encuentra la interacción entre distintas estructuras: el Estado, el sector empresario o productivo, y las capacidades científico-tecnológicas vinculadas al desarrollo de conocimiento. Se trata de tres sectores de la sociedad, que parecieran estar desarticulados hoy, o al menos, cada uno corriendo por un camino diferente.
La ausencia de sinergia entre estas estructuras que posibilitan la transferencia y aplicación de conocimientos tecnológicos repercute directamente en la capacidad de crecimiento económico y productivo de un país.
Por su impacto en la productividad, la innovación, el fortalecimiento de la cadena de valor, la reducción de costos y la diversificación de productos y mercados, es imprescindible que la dinámica que triangula el vínculo entre los distintos sectores esté bien aceitada para que el mercado crezca, se desarrolle y evolucione saludablemente. Allí, el rol de las unidades de vinculación tecnológica que amalgaman toda esta estructura.
Estamos ante una evidente necesidad de concretar el tan esperado crecimiento en V para salir del pozo económico en el cual nos encontramos pero, para lograrlo, tenemos que acudir a alternativas realistas que alienten ese crecimiento. En este sentido, creemos que sólo es posible lograr el rebote en V con el aporte de la estructura de I+d+i que ya está presente y disponible en nuestro país.
Según informes de cámaras empresarias y sectores productivos de países desarrollados, se ha comprobado que aquellos mercados que fomentan la vinculación tecnológica logran un crecimiento económico más sólido con impacto directo en el PBI, en comparación con aquellos que no lo hacen.
Sólo es posible lograr el rebote en V con el aporte de la estructura de I+d+i que ya está presente y disponible en el país.
El rol de la tecnología en un período bisagra
Además, el estímulo que representa el apoyo al conocimiento, repercute en la innovación y la implementación de tecnologías nuevas y sofisticadas, esto no sólo promueve el empleo cualificado, sino que incrementa la competitividad de nuestro mercado al interior del comercio internacional.
En un mundo donde la tecnología avanza de manera disruptiva, un número creciente de equipos científicos argentinos se dedica a encontrar soluciones que optimicen las herramientas 4.0 en sus organizaciones, empresas e instituciones.
Potencian no sólo las capacidades del sistema, sino que además inyectan capitales nacionales en el mercado local y abre un abanico de productos y servicios de primera calidad para exportar conocimiento argentino genuino.
Esta transformación digital ofrece una oportunidad valiosa para que la vinculación tecnológica impulse la modernización de organismos públicos, pymes, y entidades de salud y educación. Con experiencias recientes comprobables, que dan cuenta de la creación de vacunas, elementos sanitarios de prevención, biotecnología aplicada a los agronegocios, nanotecnología y desarrollo de software capaz de dar respuesta a cualquier tipo de demanda y necesidad, entre otros grandes logros.
Así, mientras la necesidad de conseguir recursos genuinos nos impulsa a promover métodos alternativos para equilibrar las variables macroeconómicas, los centros tecnológicos se posicionan así como la estructura fundamental para alcanzar ése objetivo. Donde este período bisagra nos permitirá posicionarnos y consolidarnos como mercado.
La respuesta a cualquier necesidad económica la encontramos siempre en la ciencia y la tecnología de industria nacional, que lleva una larga trayectoria abasteciendo de prestigiosos y reconocidos profesionales al mundo entero. Un sector vanguardista que no sólo goza de prestigio local, también cuenta con el respeto y reconocimiento internacional.
Fabián Ruocco.
El crecimiento y desarrollo de un mercado fuerte no es una cuestión de libre albedrío, es más bien producto de intervenciones de diversos actores, donde los tecnólogos intervienen desde el anonimato para que este mecanismo funcione y la economía rebote.
(*) Director ejecutivo de VinTecAr 4.0 y de la UVT-CEDyAT.