Una mujer toma de la góndola dos paquetes de fideos, compara los precios y se queda con el más barato. Camina para ir a buscar otra cosa, pero retrocede porque ve uno más económico. Lo pone en el changuito y deja el anterior. Mientras, su nene le insiste para que le compre unas galletitas. Son de una marca líder y están de promoción. “No hijo, esas no”, le contesta, y las devuelve.
La escena visualizada en una de las principales cadenas de supermercados en el barrio porteño de Once se convirtió en una constante, aún más en localidades o comercios donde muchos hacen solo la compra del día y pagan en efectivo. Con una pérdida de poder adquisitivo entre diciembre y marzo estimada en el 15% por la Subsecretaría de Seguridad Social, pastas secas, harinas, polentas, leches en polvo, arroz, sopas y caldos resisten la baja del consumo, en detrimento del desplome de ventas de carnes, lácteos y otros artículos de almacén.
“Los cambios de hábitos se evidencian en la menor penetración de algunas categorías en los tickets, como yogures, postres, quesos blancos, snacks, alfajores, atunes y desodorantes ambientales, con caídas de hasta el 10% mensual. En contrapartida, otras mantienen, o incrementan, el porcentaje de personas que las compran, como harinas, levaduras, polentas, caballa y conservas de tomate”, analizó Osvaldo del Río, director de Scentia, en base a un relevamiento de la consultora entre 1,6 millones de personas.
Con una caída en el poder del compra de hasta el 14%, jubilados y pensionados fue uno de los segmentos que más debió ajustarse tras la devaluación. Según Scentia, aunque incrementaron la penetración en todos los rangos de edades, las leches en polvo duplicaron la presencia en abuelos versus jóvenes.
En ese sentido, los datos de Nielsen comprueban que si se tiene en cuenta la performance de la clasificación “alimentos básicos”, en el primer trimestre la caída fue la mitad que la registrada por los “no básicos”: un 6,1% contra un 13,2%, respectivamente. En ese contexto, harina, azúcar y margarina fueron casi los únicos con cifras positivas, con crecimientos de hasta el 20%.
Esto se explica, de acuerdo a Kantar Insights, porque el 51% de los argentinos dejó de comprar sus marcas preferidas y migró a las más económicas. “Con subas de precios que no acompañan a los ingresos, el 82% de los consultados dijo comprar sus marcas preferidas solo si tienen descuentos o están en promoción”, aseguró Estefanía Lestanquet, Account Manager de esa división de Kantar.
“Con salarios reales en descenso, hay un abandono de ciertas categorías y un cambio a marcas alternativas y propias de supermercados más accesibles, con un aumento del consumo de productos económicos y una disminución de los que subieron de precio notablemente. Mientras que carne, pescado, snacks y congelados están en picada; se registra un incremento en fideos secos, arroz, harina y polenta”, sostuvo Juana Merlo, fundadora de ShopApp.
De acuerdo a un sondeo que la firma hizo para esta nota, un 25% de los encuestados aumentó el consumo de fideos secos en los últimos 30 días, en tanto un 23% lo hizo con el arroz, un 21% con la harina y un 17% con la polenta. A contramano, un 62% bajó la ingesta de carne, un 55% lo hizo con el pescado y un 49% con congelados (hamburguesas y bocaditos de pollo). En ese mismo periodo, un 75% disminuyó entre significativa y ligeramente los pedidos de delivery y un 74% lo hizo con salidas a restaurantes y bares.
Las empresas dan cuenta de cómo los productos básicos sobreviven a la crisis. “Aumentó su consumo de hogar, menos salen a comer afuera y más se llevan el almuerzo al trabajo o les mandan a sus hijos para el colegio. Pastas y harinas se mantienen estables”, le explicó a Clarín uno de los principales fabricantes. En otro, coincidieron en que, a la par que registran caídas en otras categorías, avanzan las de menor precio.
Entre los principales productores de estos alimentos está Molinos Río de la Plata, la alimenticia del grupo Pérez Companc y la más grande del país, con los fideos Matarazzo, Lucchetti, Don Vicente y Don Felipe; las harinas Blancaflor, Favorita y Vitina; y el arroz Gallo. También están Arcor, con las polentas Presto Pronto y las salsas de tomate Arcor y La Campagnola; y Morixe, con sus harinas, pastas secas y rebozadores de marca propia.