“Me encanta que seamos una banda que tiene más de treinta años, a la que solo le interesa hacer música nueva”. Esas palabras de Diego Tuñón en el nuevo documental de Babasónicos,. “El abstracto de la música”, definen bastante la constante presencia de la banda en la escena del espectáculo y la discográfica.
Dirigido por Julián Lona, se trata de una especie de sorpresa. Casi sin anunciarlo, el metraje dura casi veintitrés minutos: un signo lineal respecto de la temporada ilustrada como si se tratara casi de un retazo grabada con calidad de élite. No es el primer material documental de una banda como Babasónicos que hizo del soporte audiovisual algo más que un complemento. El documental Jessico, subtitulado “Una historia de rock en tiempos convulsos”, es tan solo un ejemplo de algunos que componen la atendible cinematografía. Este nuevo lanzamiento quizás sí cuenta con la novedad de retratar el sentir del show en vivo a pura electricidad, quizás en contraposición a lo que había sido “Impuesto de fe”, el correlato audiovisual del disco que concentra versiones acústicas de los clásicos del grupo (con un par de novedades). Ese vértigo apurado, expresado en secuencias mínimas, montadas sobre testimonios espontáneos, brinda una sensación de diario en 3D que imprime las sensaciones de un año ajetreado, en el que la banda esparció por el mundo su Trinchera.
Babasónicos, entre la rebeldia y el mercado.
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En su cuenta de Instagram, el realizador compartió: “Grabado en Israel, Inglaterra, Irlanda, España y Argentina. Agradezco enormemente a todxs lxs amigxs que me han ayudado a realizar esta aventura. Este documental retrata en veintitrés minutos la gira europea 2023 de una de mis bandas preferidas de la vida. Siento una profunda alegría de haber dirigido esta pieza. Espero que lo disfruten.”
Quizás esta breve bitácora sirva, entre otras cosas expresar una abstracción tan poderosa como el éxito. Esa parte que no importa pero que al mismo tiempo exalta y mueve la gran maquinaria de la industria musical. Babasónicos compuso, grabó, viajó por el mundo, profetizando su canción y coronó en el Hipódromo de Palermo el 16 de diciembre del año pasado, ante cincuenta y cinco mil personas.