«En la campaña electoral un candidato repetía una y otra vez convencido: “Lo que el Estado toca, destruye”. ¡Una gran verdad!“. Así comenzó su carta abierta Manfredo Seifert, productor yerbatero y forestal de Montecarlo, Misiones.
En la fuerte misiva publicada por el medio misionero Plan B, el dirigente expresó de forma taxativa: «Un mes más tarde cuando llegó a ser el Presidente de la Nación, puso en práctica su postulado con la derogación de las funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (DNU 70/2023)».
En su carta breve pero contundente, Seifert -que también es un reconocido dirigente cooperativista, consejero de Coninagro y vicepresidente de la Federación de Cooperativas- siguió: «Con ese DNU, el Estado ‘tocó y destruyó una organización sectorial que funcionaba, generaba soluciones, crecimiento, desarrollo, estabilidad y contención social en los últimos 22 años».
«Además, se destruyó un ente privado con función pública de autogestión, autocontrol y autofinanciamiento. Nunca tuvo costo fiscal para el Estado», señaló.
En los seis párrafos que componen la escueta carta, el productor yerbatero subrayó que «además expuso al sector yerbatero a conductas ANTICOMPETITIVAS por derogar funciones importantísimas que tenían funciones de otorgar transparencia al mercado yerbatero».
«¡Que contradicción y despropósito político!», siguió el ingeniero agrónomo.
Por último, Seifert concluyó: «Lamentable y triste éste nuevo experimento, así lo entendemos productores y cooperativas de la provincia de Misiones».
Según un estudio de Coninagro que monitorea a 19 economías regionales, desde 2018 la yerba mate fue el único sector que no estuvo nunca en crisis, con mejores precios pagados al productor, crecimiento de la producción y evolución positiva de los mercados internos y externos.
SN