El canciller de la República Popular de China, Wang Yi, calificó las relaciones de su país y Argentina como la de “buenos amigos y buenos socios” en el marco de las reuniones que mantuvo con Diana Mondino, en Beijing. La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que ya estaba este jueves en Francia con su agenda para adherir al país a la Organización de Cooperaciones para el Desarrollo Económico (OCDE) estuvo casi cinco días en la potencia asiática, desde donde quedaron mensajes por dar.
En particular porque si bien la Cancillería consideró muy “exitosa” la visita de la ministra a Shanghai y Beijing, y elaboró dos comunicados en los que no se menciona ni uno de los temas más conflictivos que tensan la relación con los libertarios, Mondino volvió sin noticias sobre la renovación del intercambio de monedas entre los bancos centrales de China y Argentina conocido como swap. Los funcionarios se excusaron en que de eso se encargarán «los equipos técnicos» .
Desde el triunfo de Milei en noviembre de 2023, China tiene congelados 6.500 millones de dólares, sobre los 18 mil millones de dólares en su equivalente en yuanes, acordados en intercambio de divisas con dicho país. En medio de la gran crisis por la falta de divisa extranjera, el año pasado el ex ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, utilizó 5.000 millones de dólares para cubrir las importaciones, y ello expira en junio. Beijing no da señales de cómo lo resolverá. Y si no se renueva, Argentina tendrá que pagarlos.
Como todas las administraciones de la República Popular, los comunicados oficiales de la visita de Mondino a China se fueron dando a conocer con posterioridad a los acontecimientos. Se toman su tiempo.
La agencia oficial Xinhua informó este jueves que el canciller Wang, “también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China” (sic) le dijo a su colega argentina que su país se regía por el “principio de la no intervención en los asuntos internos de otros países, respeta la decisión tomada por el pueblo argentino y desea a Argentina éxito en su reforma”. Y expresó “la convicción de que Argentina superará las dificultades y encontrará una vía de desarrollo y revitalización que se ajuste a sus condiciones nacionales”. Todo ello pareció un mensaje a la fuerte presencia de Estados Unidos aquí ahora y su intento por alejar a China de Argentina y de Latinoamérica.
Xinhua dijo también parafraseando a Wang que su país estaba dispuesto a “aprovechar la oportunidad del décimo aniversario del establecimiento de la asociación estratégica integral China-Argentina este año, para captar conjuntamente la dirección de las relaciones bilaterales, inyectar más certeza en la cooperación de las dos partes en varios ámbitos, y abrir nuevas perspectivas para la asociación estratégica integral entre los dos países”.
Y le recordó lo siguiente: “China siempre ha apoyado los esfuerzos de Argentina para mantener la estabilidad económica y financiera y está dispuesta a seguir brindando asistencia en la medida de sus capacidades” al tiempo que reclamó la necesidad de “profundizar” determinados intercambios.
En las últimas horas, todos los medios oficiales chinos hablan de la visita de Mondino a China, sobre la que se puede concluir también, como reconoció una alta fuente oficial, que el gobierno de Javier Milei tendrá que hacer más gestos de confianza hacia el segundo socio comercial de la Argentina, a cuyo gobierno tildó de “asesino” en su campaña electoral.
Esto posiblemente, dijeron, en que, para seguir hablando del swap el ministro de Economía Luis Caputo deba hacer un viaje a China o el propio Milei hacerle una llamada a Xi Jinping. En la agenda del presidente no parece tener cabida, por ahora. Hasta el momento, arriesgó enviarle una carta a Lula da Silva para proponerle un encuentro y habilitó a su canciller Diana Mondino a apagarle todos “los incendio” en virtud de sus personalizados enfrentamientos -o indiferencia- hacia influyentes líderes internacionales.
Fuentes críticas al gobierno argentino en China aseguraron que hubo un fuerte enojo de los empresarios con la ministra Mondino porque luego de que se organizara un foro en Shanghai, la funcionaria decidió mantener encuentros con los ejecutivos de manera bilateral y no se quedó ni hubo discurso para el pleno. Pero a decir verdad, otras fuentes explicaron que esa versión fue “malintencionada” y que la canciller se retiró porque Wang le dio encuentro y cena con un horario distinto al inicial.
Mondino viajó a China con el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y de Cancillería,a con el secretario de Comercio Internacional embajador Marcelo Cima y con su jefe de Comunicación, también diplomático Gerardo Diaz Bartolomé. A ellos se sumó el nuevo embajador en China, Marcelo Suárez Salvia, que es diplomático de carrera.
En el diario South China Mourning Post, la voz internacional de la potencia, Alayssa Chen sostuvo en términos duros que los funcionarios financieros argentinos dejaron en claro que “buscan urgentemente” tres cosas de Beijing: una postergación del vencimiento de los 5.000 millones de dólares en swap, una renovación de la línea de intercambio suspendida de 6.500 millones de dólares y más inversión china, puesto que proyectos cruciales como el hidroeléctrico chino en Santa Cruz se enfrentan a la escasez de fondos y a la política libertaria. Para el caso, las represas están suspendidas, en el marco del parate de la obra pública del gobierno libertario.
“Pero, para Beijing, este alcance financiero está en desacuerdo con la muestra de oposición de Milei a China política, diplomática, económicamente y en cuestiones de seguridad”, sentenció.
Los diarios oficiales chinos destacaron -a diferencia de la comunicación argentina, que Milei decidió no formar parte de los BRICS (el bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) al que pidió adherir Alberto Fernández. Destacaron el descarte de una compra de aviones chinos J17 Thunder y la opción por los aviones F16 de Estados Unidos que se le comprarán a Dinamarca. Y también destacaron como algo nuevo y contrario a sus intereses chinos el hecho de que, para promover sus planes de acceder al hardware, la tecnología y el entrenamiento militares occidentales avanzados, el ministro de Defensa Luis Petri, acaba de pedir a la OTAN que acepte a a la Argentina en categorías de socio global.
“Dado que la estrategia de Milei es desalinearse de China, tendría sentido que Beijing apretara los tornillos al negarse a activar la línea de intercambio”, dijo el South China Morning y sugirió que el gobierno de ese país “podría imponer condiciones estrictas a sus inversiones en Argentina, incluso evitar que Milei cuestione la presencia de la estación espacial de China en Argentina o simplemente evitar la propaganda negativa sobre China, su sistema o su liderazgo. La ayuda de China para rescatar a Argentina de la agitación económica merece este respeto”.
China nunca aplicó esa política con Argentina y el swap también le provee una presencia importante en una región de la que no quiere salir. Por otro lado, ese intercambio también está ligado, como lo estuvo durante el gobierno de Alberto Fernández, a la negociación argentina con el FMI.
Con todo, Mondino fue recibida cálidamente en China desde donde informaron que la ministra “destacó que independientemente de los cambios en la situación política interna de Argentina, su política amistosa hacia China no cambiará”. Y que dijeron que dijo Mondino, “Argentina se apega al principio de una sola China y está dispuesta a seguir promoviendo la cooperación en construcción de infraestructura, comercio, inversión, finanzas, turismo, espacio, Antártida, océanos y protección del medio ambiente en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”.
Dos de los principios que alteraron los ánimos en China porque Milei los puso en duda. La visita de la jefa del comando sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, a quien Milei recibió en Ushuaia calificando a dicho país como el aliado natural de las Argentina mas los dichos del embajador Marc Stanley de que el centro de estudios del espacio profundo que Cristina Kirchner le concedió a China en la provincia de Neuquén es una “base” de ese país con fines “militares” alteraron profundamente los ánimos en Beijing.
Más aún el embajador chino en Argentina, Wang Wei, emitió un duro comunicado sobre la cuestión.