La interna peronista recibirá un baldazo de agua fría en los próximos días, según reveló a este periodista una fuente muy cercana al uñaquismo. De acuerdo a esa versión, el senador Sergio Uñac activará el proceso de renovación de autoridades para dentro de 60 días. El apuro puede obedecer a dos factores: el acuerdo con José Luis Gioja estaría muy avanzado y los sectores minoritarios tendrían menos tiempo para armar listas alternativas.
De acuerdo al plan, el próximo viernes se haría la convocatoria al Consejo Provincial del Partido Justicialista, para que se reúna el lunes que viene. Ese será el banderazo de largada para ir a votar, si hubiera más de una lista, en junio. Es decir, tres meses antes de lo previsto originalmente.
Cuando se acordó extender los mandatos partidarios sin fecha -el lunes 26 de febrero- la intención oficial era hacer coincidir la votación provincial con la nacional, para evitarle el doble desgaste a la militancia. Pero fundamentalmente, para ahorrarse otro apercibimiento social por una interna de largo arrastre, hasta ahora no resuelta.
No tenía fecha la renovación de autoridades, pero se habló extraoficialmente de septiembre. Hubo un recálculo en las últimas horas. Se resolvió adelantar tres meses el comicio, sin esperar la cuestión nacional.
Acelerar los tiempos siempre será beneficioso para los dirigentes históricos. Es decir, para Uñac y para Gioja. En la contracara, podría perjudicar a los que vienen amagando con abrirse un espacio a los codazos pero aún no cuentan con una estructura lo suficientemente pesada como para dar la batalla.
Acelerar los tiempos siempre será beneficioso para los dirigentes históricos. Es decir, para Uñac y para Gioja.
El ejemplo emergente es Emilio Baistrocchi, distanciado de Uñac y sin punto de retorno. El ex intendente de Capital fue el único consejero que se opuso a la extensión de mandatos partidarios y recientemente dijo que podría disputar la presidencia. ¿Tiene los militantes para reunir candidatos y avales?
También está en la conversación Fabián Gramajo. El ex intendente de Chimbas ganó autonomía en 2023 pero eso le costó el recelo tanto de Uñac como de Gioja. A través de la intendenta Daniela Rodríguez, vicepresidenta actual del PJ, acompañó la prórroga de mandatos partidarios. Podría interpretarse como una pista de diálogo abierto. ¿Tendrá lugar en el nuevo consenso la línea ‘San Juan te quiero’?
A Uñac nunca le gustó la extensión de los cargos. Pretendía resolver todo cuanto antes. Cuando hizo la convocatoria al Consejo Provincial del PJ el 26 de febrero pretendía ponerle fecha a la elección ahí mismo. Pero primero habló con Gioja. A propuesta de José Luis, acordaron posponer la renovación de autoridades. Entendieron que no era el momento oportuno, cuando el país estaba jaqueado por la crisis económica.
Se abrió un paréntesis hasta septiembre, tentativamente. Pero en realidad, nunca tuvo plazo definido. La aparente calma no alcanzó a disimular los movimientos subterráneos. Incluso hubo una visible manifestación el pasado jueves en Jáchal, como se explicó en esta misma columna de análisis.
La aparente calma no alcanzó a disimular los movimientos subterráneos.
Fue con la excusa de la apertura de sesiones y el discurso anual del intendente Matías Espejo. Hasta allá fueron desde Cristian Andino hasta Emilio Baistrocchi, Fabián Gramajo y Leonardo Gioja, solo por citar algunos nombres. Se mostraron juntos. Se tomaron fotos. Las subieron a redes.
Al día siguiente, Espejo pasó por Banda Ancha y dejó un mensaje claro hacia las cúpulas. Pidió volver a las bases y activar progresivamente el proceso interno. Fundamentalmente, dejó una sentencia: ‘consenso no significa lista de unidad’. Fue una advertencia, ante la sospecha de que la cuestión se podía resolver entre Uñac y Gioja a solas.
A Espejo, como a tantos otros intendentes, les vienen prometiendo que serán los presidentes de su respectiva junta departamental. El problema es que en el medio pasaron cosas.
Está pasando en todos los distritos, en mayor o menor medida. En Jáchal, Espejo se vio en la obligación de salir a marcar su territorio, mientras el diputado Miguel Vega opera con los suyos y organiza reuniones en paralelo. Todos tienen los guantes de boxear puestos, por las dudas.
El veinticinqueño Juan Carlos Quiroga Moyano, hoy presidente del bloque justicialista en la Legislatura, es el nombre en ascenso para encabezar la lista de consenso entre uñaquismo y giojismo. No tiene aspiraciones de carácter provincial, no representa una amenaza para nadie. Siempre fue vertical y se mantuvo al margen de la sangrienta confrontación entre las dos facciones del justicialismo local.
Pero esto no significa que sea un asunto liquidado. Como se dijo anteriormente, hay otros cabos sueltos. También las mujeres.
La caucetera Romina Rosas manifestó a viva voz en Banda Ancha que están cansadas de ser consideradas siempre como un relleno para cumplir con el cupo y la paridad de género. La intendenta evitó hablar de sí misma, pero los varones tomaron registro de que tiene legítimas aspiraciones. Al igual que Quiroga Moyano, nunca cortó lazos con las giojistas. ¿Y si el consenso llega calzado con tacos altos?
Serán 60 días frenéticos. En el fondo, el PJ representa una herramienta electoral. Desparecer del reparto de lugares internos será mal augurio para el 2025 y para el 2027. No es secreto para nadie.
El justicialismo, aún en el llano, seguirá siendo una maquinaria poderosa.
JAQUE MATE