Martín Krause, ungido como el referente educativo de Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, participó de un panel organizado por «Argentinos por la Educación» y la Universidad Torcuato Di Tella, en el que lanzó una frase repudiable en la que comparó al Estado argentino con el nazismo.
«Imagínense si la Gestapo hubiera sido argentina, ¿no hubiera sido mucho mejor? En vez de matar 6 millones de judíos, seguramente eran muchos menos porque hubiera habido coimas, ineficiencias de todo tipo, se hubieran quedado dormidos… pero eran alemanes», destacó el recibido en doctor en Administración de Empresas en la Universidad Católica de La Plata.
Consultado sobre el plan educativo de Milei, señaló que buscan «liberar la capacidad de que la gente pueda ofrecer servicios educativos de todo tipo. Esa capacidad que está ahí pero está achatada, encorsetada por un manto de regulaciones que lo impide».
En medio de su disertación, sin que nadie le preguntara al respecto se refirió a la temible policía secreta del nazismo, la Gestapo. Krause señaló que no se cumplen los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAPS), contenidos que fija el Consejo Federal de Educación Inicial, Primaria y Secundaria en las distintas áreas del conocimiento, «porque somos unos chantas».
«Porque no cumplimos nada. Dentro de todo, mejor. Esto me hace pensar un poco: imagínense si la Gestapo hubiera sido argentina, ¿no hubiera sido mucho mejor? En vez de matar 6 millones de judíos, seguramente eran mucho menos porque hubiera habido coimas, ineficiencias de todo tipo, se hubieran quedado dormidos… pero eran alemanes. Ese es el problema que hubo», destacó Krause.
A su vez, cuestionó «la homogeneización de contenidos» y que «se considere al alumno como a un militante”.
También se refirió al sistema de «vouchers» educativos que alguna vez mencionó Milei y sostuvo: «Se refiere a darle a la gente la capacidad de elegir, algo que ahora no puede, porque ahora básicamente el que no tiene recursos para elegir va a la escuela pública».
Krause: «Todo sistema educativo obligatorio termina siendo de adoctrinamiento»
«Hay mucha discusión acerca del rumbo que debería seguir el sistema educativo argentino. El problema es ése: pretender que todo el sistema tiene que seguir un rumbo determinado es como pretender que la economía planificada tenga éxito luego de la caída del muro de Berlín», señaló Krause en un artículo publicado en Clarín.
«Resulta arrogante pretender que alguien pueda planificar la educación teniendo en cuenta las distintas preferencias, demandas, atributos y recursos que cada alumno y/o familia tenga», agregó.
«Los resultados de esa planificación están a la vista: es la baja calidad según evaluaciones nacionales e internacionales. Ejemplos: ERCE 2019, en Argentina el 46% de los niños de 3° no tiene capacidades de lectura y cuando llegan a 6°, el 68% no las tienen. En el caso de Matemática, en 3° el 49% no tiene conocimientos suficientes y en 6°, el 87% no alcanza el nivel mínimo», sostuvo Krause.
«El principal problema, sin embargo, no es que no esté funcionando como se espera, sino que todo sistema obligatorio y compulsivo termina siendo un sistema de adoctrinamiento, donde se busca homogeneizar a los alumnos imponiendo determinados contenidos», remarcó en otro párrafo.
«Con tan sólo ver los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP), en Ética y Formación Ciudadana o Ciencias Sociales se nota que quienes los prepararon y aprobaron, en pleno auge kirchnerista, buscaban la formación de jóvenes militantes, a quienes se les dice que todo en la sociedad es conflicto, y que el avance se produce por medio de la lucha, reclamando en las calles», indicó.
«Ni una palabra sobre la cooperación social voluntaria que se produce en el mercado, que permite a cada uno elegir los objetivos que quiera alcanzar, y multiplica la cantidad y la calidad de las oportunidades que se presentan a los que se esfuerzan por estudiar y prepararse», escribió el referente educativo de Milei
«La primera libertad en la educación, entonces, se refiere a los contenidos. Los alumnos y las familias deberían poder elegir libremente el tipo de educación que quieren para sí mismos o sus hijos», añadió.
«La segunda libertad se refiere a las metodologías. Es arrogante pensar que alguien sabe cuál es la mejor en cada caso. La libertad permitirá ensayar muy diferentes métodos, que hoy se multiplican aún más con el avance de las nuevas tecnologías. Solamente en un entorno abierto podremos observar cuáles funcionan mejor», opinó.
«La tercera libertad se refiera a la provisión del servicio educativo. Los más pobres están hoy atrapados en el sistema de escuelas públicas sin poder elegir, en muchos casos ni siquiera entre escuelas públicas mejores y peores», aseguró Krause.
E indicó: «Ni pueden saber los resultados de las evaluaciones porque supuestamente generaría discriminación. Así es, las familias podrían “discriminar” entre escuelas mejores y peores, buscando a las primeras y presionando a las segundas para que mejoren.
«Un sistema abierto permitirá dar a luz toda la creatividad y capacidad de directoras, maestras, alumnos y de todos aquellos que se preocupan y ocupan por una mejor educación en la Argentina», concluyó.
DB