Un hombre tomó una drástica decisión después de protagonizar un atropello en el que murió un chico de 16 años. A toda velocidad, el conductor arrolló desde atrás a cuatro jóvenes que caminaban en la vera de una ruta en la localidad tucumana de Río Seco. Ante el trágico hecho, tomó un arma que tenía dentro de su vehículo y se suicidó.
El accidente ocurrió cerca de las 6 del viernes a pocos metros del acceso de la ciudad, por la vieja traza de la ruta 38. En ese momento, el conductor de un Volkswagen Suran embistió a Gonzalo Saracho (16 años), la víctima fatal; Lourdes María Roldán (17 años), Sofía Tamara Herrera (16 años) y Elín Gabriel Artaza (20 años). Los chicos volvían a su casa después de una fiesta.
Lourdes, Sofía y Elín terminaron tendidos en el suelo, con heridas de gravedad, y fueron trasladados al hospital Padilla. En tanto, Gonzalo fue arrastrado por el capot del auto y cayó 100 metros más adelante sobre la banquina. El joven de 16 años murió en el acto, de acuerdo al diario La Gaceta.
“No sé lo que le pudo haber pasado al hombre, pero salió de su carril a alta velocidad y se fue a la banquina por la que iban los chicos en grupo”, con un vecino. “Tras embestirlos, siguió zigzagueando con uno de ellos encima del capot. En su marcha, por poco se precipita a una acequia de desagüe. El joven cayó más adelante y el automovilista siguió. Después de avanzar unos metros, regresó enseguida a ver lo sucedido”, agregó.
Tras el accidente, Enrique Mentz, un docente de 40 años vecino de la cercana localidad de Monteros, frenó a la misma altura que había quedado el cuerpo de Gonzalo. Luego, sacó su arma y se mató de un disparo en la cabeza.
Las autoridades llevarán adelante pericias con el fin de determinar si el conductor manejaba en estado de ebriedad. Entre las hipótesis, no descartan también que se hubiera quedado dormido.
