El mes que está en curso será un punto de inflexión para Cambiemos. A pesar de que el Gobierno tiene a sus principales candidatos definidos y que espera con ansias que la oposición se ordene y se suba al ring electoral, hay encrucijadas importantes que el oficialismo aún debe atravesar antes de oficializar sus listas.
Cuando falta un mes para el cierre de los frentes electorales, dos factores asoman como decisivos dentro de la coalición de Gobierno y suscitan la atención de la mesa chica de
Mauricio Macri
: la convención de la UCR, el 27 del actual, y la definición de
Martín Lousteau
sobre su futuro electoral.
Una parte importante de la mesa política de Cambiemos considera que “hay que atraer a Lousteau” hacia la coalición oficialista. El diputado del bloque Evolución y afiliado al radicalismo porteño supo ser embajador en los Estados Unidos en el gabinete de Macri para luego romper y enfrentar a Cambiemos en las elecciones legislativas de 2017. En esa instancia había abierto una herida con la Casa Rosada.
Hoy, sin embargo, Losuetau es un hombre que cosecha elogios del propio Presidente.
“Macri lo considera valioso y lo imagina trabajando cerca en un segundo mandato”, señalaron en Casa Rosada a
LA NACION.
Un jugador de la mesa chica de Cambiemos analizó: “Con Lousteau tenemos infinitas coincidencias y ojalá quiera participar con nosotros. El problema es que todavía no ha dicho lo que quiere. Dice que quieren ampliar, pero no fue claro”.
Otro socio fundador de Pro, que supo cultivar en los últimos años una buena relación con el diputado, coincidió. “La única forma de ampliar Cambiemos es sumando figuras individuales y Martín es un tipo al que sumaría. Hay que ver qué quiere él”, dijo.
Cerca de Lousteau aseguran que el diputado esperará al resultado de la Convención Nacional de la UCR para definir su futuro político. Sus aspiraciones entran en cortocircuito con el armado electoral diseñado por la mesa chica de Pro. Desde el radicalismo porteño, el sector que abraza al economista, pretenden que en Cambiemos exista una PASO en la categoría presidente, donde Lousteau compita con Macri. En las últimas horas,
en una entrevista con LA NACION, el gobernador de Jujuy
Gerardo Morales
dijo sobre esa posibilidad: “La mesa de Cambiemos está en este debate hoy, son los temas que en mayo va a tener que resolver Cambiemos como fuerza política”.
Peña, sin embargo, ya vetó públicamente esa alternativa. “No va a ocurrir”, manifestó un colaborador del jefe de gabinete.
La posibilidad de que Lousteau se erija como compañero de fórmula de Macri, en tanto, aún debe superar importantes prejuicios. En Pro están convencidos que ese lugar debe ser ocupado por una figura propia, que ostente la plena confianza del Presidente. Por su parte, el propio Lousteau -aseguran quienes lo frecuentan- no aspira a ocupar ese puesto dentro de un eventual organigrama de gestión.
El dilema sigue abierto. “Tiene que haber un operativo seducción porque Lousteau ya estuvo con nosotros, se nos parece mucho y absorbe electorado”, dijo a este medio un hombre clave de armado electoral del oficialismo.
De cara a la convención
Cualquier definición personal del diputado estará marcada por lo que ocurra en la convención radical, en donde se removerán las peleas por la ruptura de Cambiemos en Córdoba y l
as consecuencias que tuvo tanto para radicales como para los macristas.
En el Gobierno aceitaron los contactos con los jefes políticos con líneas de influencia entre los convencionales.
Ernesto Sanz
mantiene un contacto fluido con la Casa Rosada y Enrique “Coti” Nosiglia visitó a Macri en más de una oportunidad en las últimas semanas, incluso en la quinta del Presidente tiene en Los Abrojos, aseguraron fuentes del radicalismo.
“Todas las figuras de la convención son mucho más proclives a quedarse en Cambiemos que a irse. Los más ruidosos no son gravitantes en ese ámbito”, resumió en las últimas horas un alto funcionario.
Dentro de la UCR circulan distintos pronósticos. Quienes están más cerca del Gobierno evalúan que una mayoría de convencionales se inclinará por permanecer en Cambiemos, aunque exigirán que se ponga por escrito un protocolo interno que estipule cómo funcionará la coalición de acá en más.
Los más díscolos, en cambio, aseguran que dentro de la convención hay una masa crítica que cree que hay que ampliar Cambiemos. Y una parte considera que Macri no puede ser el único candidato presidencial.
Mientras que en la Casa Rosada monitorean a los jefes radicales, en La Plata hubo una acción más directa. El vicegobernador, Daniel Salvador, reunió a 52 convencionales bonaerenses que ya firmaron su voluntad de permanecer en Cambiemos. La convención provincial del radicalismo tendrá lugar nueve días antes que la nacional, con la intención de generar un precedente.