Manchester City y Liverpool buscan este domingo el mismo objetivo, la consagración en la Premier League, pero uno solo lo logrará. El equipo de Pep Guardiola, que visita a Brighton (televisa ESPN), llegó a la última fecha con un punto de ventaja. Sin embargo, los de Jürgen Klopp reciben a Wolverhampton (canal 613 de DirecTV) con el buen ánimo que les inyectó la remontada ante Barcelona y la clasificación a la final de la Champions League.
El comienzo de la historia fue favorable para Liverpool, que pasó temprano arriba en el marcador y le transfirió toda la presión al City. Con gol del crack senegalés Sadio Mané a los 17 minutos, consiguió el primer impacto del domingo y empezó a hacer los deberes: con la victoria alcanzaba el título y obligaba a los de Guardiola a ganar.
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Todavía faltaba para que empezaran las emociones en el estadio del Brighton. Y la sorpresa no tardaría en instalarse: en un corner a los 27 minutos, Glenn Murray anticipó a todos en el primer palo y puso en ventaja al local. En Liverpool festejaban y no lo podían creer.
Enseguida se despabiló el City, que no podía permitirse el lujo de darse un tiempo para asimilar el golpe. Y reaccionó como lo hacen los grandes equipos: el Kun Agüero volvió a mostrar que está hecho para jugar los partidos decisivos y, mano a mano, definió entre las piernas del arquero Ryan para poner el empate en un gol.
Los de Manchester sabían que necesitaban algo más, y pronto: no era cuestión de irse a los vestuarios con asignaturas pendientes. Y el alivio llegó a través de otra pelota parada: Laporte llegó desde atrás sin marcas en un tiro de esquina para marcar el gol que dio vuelta la historia. El City sonreía mientras el Liverpool ya sabía que no le alcanzaba y encima sufría en el arco propio: un remate de Doherty a los 43 se estrelló contra el travesaño cuando la volada de Alisson era estéril.
Guardiola valoró la recuperación de Manchester City para llegar a la última fecha como líder de la Liga de Inglaterra. (AP/Rui Vieira)
“El equipo va a jugar por orgullo, dependemos de nosotros. Teníamos siete puntos de desventaja, pero nunca nos rendimos. Ahora estamos acá, ganamos trece partidos seguidos”, se enorgulleció el DT del City (95 puntos), antes del encuentro con el 17° de la tabla (36 unidades, ya se salvó del descenso).
Por su parte, Liverpool (94 unidades) vive un presente impensado hace una semana, cuando aún cargaba con la necesidad de lograr una remontada histórica ante Barcelona. Con la clasificación a la final de la Champions League en el bolsillo, los de Klopp ahora buscan el doblete. Sin embargo, el entrenador alemán prefiere ir paso a paso y centrarse por estas horas en la Liga, torneo que el equipo no gana desde 1990.
“Fue una semana de grandes momentos de fútbol. Pero desde nuestro punto de vista, podríamos tener todavía un gran momento el domingo. La semana aún no terminó”, señaló Klopp.
A Liverpool no le alcanza con una goleada, como sí sucedió en la semifinal de vuelta de la Champions. Esta vez, necesita también que su rival directo deje puntos en el camino.
En caso de que los dos equipos ganen, el City sería campeón y el Liverpool sería el tercer segundo clasificado de la historia con mayor número de puntos, lo que demuestra lo competitiva que ha sido esta temporada de la Premier.
Si una vez terminada la fecha ambos equipos tuvieran la misma cantidad de unidades, el título se definiría por diferencia de gol (+69 a +65, a favor de Manchester por ahora) y, si fuera necesario, por los goles a favor (también prevalecen los de Guardiola, 91 a 87).
