En definitiva: lo que dejó la semana
Hay una vieja premisa del mundo de la música que dice aquello que inventaron los norteamericanos, los ingleses lo hicieron mejor. Sin ánimo de herir el orgullo de nadie ni, mucho menos, menospreciar la música norteamericana y a sus artistas, la sofisticación del rock inglés, desde los Beatles en adelante, ha sido difícil de superar (si no imposible).
Pero lo cierto es que el imperialismo que se le achaca a los Estados Unidos también tiene que ver con una seducción cultural hacia todo el mundo. La manera de exportar el rock de una manera no del todo deliberada, o un musical de Broadway o el show que aggiorna un espectáculo deportivo, tiene una guía a seguir con el sello USA. Luego, cada país o región le pone sus condimentos.
Es poco probable que a un fanático del fútbol que va a ver una final de la Champions League le interese algo más que el partido, especialmente si uno de los protagonistas es su equipo. Sin embargo, el negocio televisivo (y el publicitario en general) corre por un camino paralelo; por eso ayudan decisiones como las de incluir antes del partido un minirrecital de algún artista famoso. Este año Imagine Dragons será la banda encargada de amenizar la previa que consagrará triunfador de la UEFA Champions League a uno de los dos equipos ingleses que saldrán a la cancha: el Liverpool y el Tottemham. Esta es (recién) la cuarta final con show de pop o rock con famosos. La costumbre comenzó en Milán, durante la final de 2016, con las actuaciones de Alicia Keys y Andrea Bocelli.
Antes (mucho antes, en 1954), el show previo a un partido se hizo tradición en los Estados Unidos. Claro que no fue con el deporte inglés del
soccer, sino con el
football norteamericano. El show del entretiempo del Super Bowl es uno de los espectáculos musicales televisados más vistos en todo el mundo. Por eso las actuaciones son cada vez más sofisticadas. Desde la llegada de Michael Jackson al campo de juego, cada año la apuesta a ese espectáculo fue mayor, tanto por el gigantismo de las producciones como por la captación de audiencia. La publicidad de 30 segundos que se ofreció el último año, para el show de regreso de Justin Timberlake (luego del incidente protagonizado con Janet Jackson, que le costó caro) superó los 6 millones de dólares. Y no era para menos. La televisación del Super Bowl suele superar los 110 millones de espectadores. La actuación de Lady Gaga, en 2017, fue una de las más vistas de la historia del Super Bowl.
El 1° de junio próximo, la final de la Champions League se jugará en España, en el flamante estadio del Atlético Madrid. Al entretenimiento que puedan aportar los Imagine Dragons en la previa al partido seguramente se sumará una buena puesta en escena, sobre todo lumínica ya que este estadio con capacidad para 67 mil espectadores es el primero con tecnología íntegramente led de Europa.
De la mano de una de las marcas de bebida gaseosa más importantes del mundo, la UEFA optó por el entretenimiento extradeportivo hace cuatro años. Luego del show de Alicia Keys en Milán se hizo el de Black Eyed Peas. El último año fue el turno de la inglesa Dua Lipa, con una puesta en escena que se lució en el tema “Be The One”. Lo que siguió después fue más parecido a una apertura de juegos olímpicos, con delegaciones oficiales. En definitiva, más parecido a lo que eran los shows de apertura de la UEFA antes de la convocatoria de grandes figuras del pop. Todavía hay un largo camino por recorrer con este tipo de espectáculos, aunque, a diferencia de lo que sucedió en la historia del rock, difícilmente se pueda superar a los reyes del entretenimiento, en un show de entretiempo como el del Super Bowl.
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento.
Para poder comentar tenés que ingresar con tu usuario de LA NACION.