De los tres equipos que pelean por no descender, solamente uno se salvará y los restantes estarán condenados a jugarse su permanencia en un mano a mano que puede adquirir ribetes históricos. Es que los involucrados, hundidos en los tres últimos puestos de la Liga Nacional de básquetbol, son tres de los seis clubes con más participaciones en la historia del certamen: Atenas, Peñarol y Quilmes.
Y esta definición infartante llena de emoción al cierre de la fase regular del torneo, luego de que se salvaran Bahía Basket, Hispano Americano y Argentino de Junín, que metió un sprint final clave con siete triunfos en los últimos 10 partidos.
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De los 65 equipos que alguna vez jugaron en la máxima categoría, sólo uno no se ausentó jamás: Atenas de Córdoba, que no sólo es el asistente perfecto sino también el más ganador.
En 35 campeonatos, fue campeón 9 veces y disputó otras 7 finales. Traducido: en el 45% de las Ligas jugadas, el equipo griego fue campeón o subcampeón.
Esta campaña, tras un 3° puesto en 2018, las cosas se torcieron. Con un plantel que debió resignar jerarquía en un marco de austeridad, el equipo nunca le encontró la vuelta al torneo, pasó sin pena ni gloria por la Liga de las Américas a la que tanto le había costado regresar y cayó en el fondo de la tabla.
En el transcurso del torneo, cambió a su entrenador, Nicolás Casalánguida, por Osvaldo Arduh, quien logró ciertas mejoras pero no evitó penar hasta el cierre.
Si hubo un equipo que se acercó a los estándares establecidos por los cordobeses, ese fue Peñarol, el de la gesta inigualable -el tricampeonato- hasta la aparición del poderoso San Lorenzo de estos días.
Cinco títulos -con seis finales en siete temporadas- construyeron una hegemonía que muchas veces llevó al ambiente a preguntarse si alguna vez tendría fin. Leo Gutiérrez, ex jugador emblema de la Liga (máxima cantidad de presencias y 10 veces campeón), tuvo espalda para sostenerse en un contexto adverso y en su segunda campaña como DT.
Quilmes es el que sufrió más en el pasado inmediato (ganó sólo 3 de los últimos 10), pero su historia está más relacionada con la lucha abajo: a diferencia de sus rivales, descendió 3 veces.
El último partido de la fase regular, este domingo, será justo el clásico contra Peñarol, en el Polideportivo Islas Malvinas. La previa se manchó de violencia: aparecieron pintadas amenazantes hacia los jugadores y el entrenador Javier Bianchelli en el estadio.
Atenas cerrará visitando a Estudiantes de Concordia. Todos los partidos serán a las 21.30, con la información del otro estadio en una mano y el corazón en la otra. Los dos últimos clasificados jugarán un desempate al mejor de cinco partidos. Y pase lo que pase, un histórico caerá…
HS
