El proyecto para combatir las barras bravas volvió a empantanarse en Diputados. El plenario de las comisiones de Legislación Penal y de Deportes, que deliberó este martes para darle dictamen, terminó sin acuerdo y pasó a cuarto intermedio hasta el jueves.
Pero el nivel de disidencias, los insultos cruzados y el mal clima hacen presagiar que no será fácil para Cambiemos sacarlo adelante para poder llevarlo al recinto el próximo miércoles 27.
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En diciembre, el proyecto se trató en el pleno y tras votarse en general por unanimidad (nadie quería quedar votando en contra de combatir a las mafias del fútbol) se trabó en el articulado y fue devuelto a comisión.
Las mismas discusiones afloraron este martes, con cruces e insultos. La peronista jujeña Carolina Moisés le dijo al macrista Fernando Iglesias que tenía “cerebro de mono”, éste a su vez la había llamado “tonta” (se disculpó, y dijo haber dicho “no seas tonta”) y el kirchnerista Rodolfo Tailhade comió banana en forma ostensible burlando a Iglesias, y fue amonestado por la propia Moisés, por interrumpir.
La radical Gabriela Burgos, que presidió como titular de Legislación General, contrariada y luego de tener sus propios cruces, postergó para el jueves. Daniel Scioli como titular de Deportes, volvió a criticar el proyecto por su punitivismo y enfatizó en la necesidad de la “prevención”.
Moises protagonizó los segmentos más calientes. Habló como ex presidenta por 6 años de un club de su ciudad, San Pedro (Jujuy), y dijo que el proyecto estaba pensado para “20 clubes grandes y no 3 mil chicos del interior”.
“Lamento que haya diputados que crean que el país se termina en la General Paz”, expresó, y allí se cruzó con Iglesias, quien afirmó que todo eran “excusas” para no avanzar con la ley.