El gobierno argentino analiza junto a los países de la región la posibilidad de un cierre del espacio aéreo argentino para los vuelos de aviones Boeing 737-8 Max, similares a los dos que se accidentaron en los últimos seis meses provocando la muerte de 346 personas, mientras más aerolíneas y países se suman a la suspensión de las operaciones de esos aviones y las acciones de la fábrica Boeing siguen cayendo en la Bolsa de Nueva York.
Tomás Insausti, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), dijo a Télam que analiza, en forma conjunta con los otros países de la región, la decisión de cerrar el espacio aéreo argentino para el vuelo de los aviones Boeing 737-8 Max, aunque la medida no sería inmediata.
“Cualquier decisión respecto al cierre de espacio aéreo es mejor si es coordinado entre los países de la región y es algo que estamos hablando como posibilidad, pero no inminente. Se está en consulta permanente con las autoridades regionales de aviación y es algo que vamos a decidir en conjunto, no individualmente”, señaló Insausti.
En la práctica, la medida de Aerolíneas Argentinas de suspender los vuelos de estas aeronaves -adoptada anoche- implica que no haya operaciones de estos aparatos en nuestro país, porque es la única compañía que vuela sobre territorio argentino con estos equipos.