Un importante santuario maya, con cientos de objetos rituales de más de un milenio de antigüedad, fue descubierta por un grupo de arqueólogos en una cueva del entorno de Chichén Itza, en la península del Yucatán (México).
En lo que se considera uno de los hallazgos más importantes en la historia de la investigación de esta antigua ciudad maya, especialistas del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM) documentaron que este espacio es Balamkú, “la cueva del dios jaguar”, según informa la agencia DPA.
La cueva se encuentra a 2,7 kilómetros al este de la Pirámide de El Castillo o Templo de Kukulcán, y fue descubierta fortuitamente en 1966.
Estuvo tapiada durante décadas, y fue explorada finalmente en 2018 hasta llegar al santuario subterráneo intacto.